Las calles de Colombia piden cambios al modelo. Un cambio constitucional está en marcha en Chile. En el Perú, un candidato de izquierda nos confronta con la realidad. En Estados Unidos, Joe Biden gobierna con una plataforma que parece tomada de Bernie Sanders. ¿Qué está pasando?
El libro Capital e ideología de Thomas Piketty desarrolla una historia de la desigualdad que permite comprender el proceso en marcha. Tan importante como ello, contiene mensajes para el momento peruano actual, aplicables a la derecha y la izquierda peruanas, independientemente del resultado electoral.
¹Tras cinco décadas de disminución de la desigualdad en el mundo, entre 1980 y 1990 se inicia el proceso inverso. El decil superior de ingresos eleva su participación en la renta total de 25%-35% (entre 1980 y 1990) a 35%-55% en el 2018. Hay países donde es más marcado. No hay datos para América Latina, pero en Brasil el decil superior acumula el 56%.
Ese aumento de la desigualdad se ha dado en detrimento del 50% más pobre. Entre 1980 y 1990, la parte del crecimiento económico captada por el 1% más rico fue del 27%, mientras que el 50% más pobre solo captó el 13%. Las estadísticas muestran que las clases medias han sido las más olvidadas, y que si bien las desigualdades han disminuido entre la parte baja y media de la distribución, han aumentado entre la media y la alta.
¿Qué sucedió? Tras la segunda guerra, las coaliciones redistributivas social demócratas tuvieron éxito porque comprendieron que la batalla trascendía el campo político y electoral. Fue la capacidad para ganar el debate ideológico e intelectual lo que permitió transformar los sistemas legal, fiscal y social. Pero tras la caída de la URSS se creó una corriente anticomunista, se congeló toda reflexión crítica sobre el capitalismo y se impulsó un movimiento desregulador. Los socialdemócratas no renovaron su pensamiento ni construyeron un modelo alternativo, abandonaron la agenda redistributiva, perdieron así el apoyo de los sectores menos favorecidos y se concentraron en el electorado con más estudios y más beneficiado con la globalización del capitalismo. Este y otros factores recogidos por Piketty también explican la aparición de gobiernos populistas como alternativa a la falta de representación política de la agenda redistributiva.
¿Cuáles son los mensajes? Para la derecha peruana, que hay procesos a los que no se puede escapar, a los que incluso es contraproducente resistirse. La reforma agraria debería bastar como ejemplo. Es hora de reconocer que si bien han tenido razón en defender el libre mercado y la iniciativa empresarial como el principal motor de generación de riqueza, sigue siendo arrogante pretender que también puede encargarse de redistribuirlos. Necesitamos un Estado mucho más activo en esa función. Es un mal chiste argumentar que todo se reduce a un problema de gestión.
Para la izquierda, que se necesita construir un modelo alternativo que sea sólido y sostenible en el sentido más amplio del término, y que reconozca al mercado y la actividad empresarial como la principal herramienta para generar riqueza. Asimismo, que resulta indispensable construir coaliciones extrapartidarias alrededor de él. Ninguna de esas tareas ha sido realizada y, mientras no se concreten, apostar por sus propuestas siempre implicará un nivel de riesgo. Más aún, un eventual éxito electoral podría terminar siendo efímero, con cambios que terminarán siendo revertidos.
Y uno para todos: no habrá estabilidad sin partidos democráticos y honestos, sean de derecha, de izquierda o de centro. Estigmatizar y caricaturizar solo juega en contra de nosotros mismos.
¹ Los siguientes tres párrafos sobre la evolución de la desigualdad han sido tomados de diferentes páginas del libro Capital e ideología de Thomas Piketty.
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