Todo puede pasar

“¿Pedro Castillo se convertirá en el Gregorio Santos de esta elección y no le permitirá a Verónika Mendoza pasar a la segunda vuelta? ¿O Castillo sacará de la contiendo más bien a Lescano?”.

Yohny Lescano. La improvisación que lo caracteriza le comienza a pasar factura. La caída de 2,5 puntos porcentuales muestra que pese a haber sido uno de los ganadores del debate del domingo anterior, su participación no le alcanzó para demostrar por qué lidera las encuestas. Si Verónika Mendoza, que sube 2,6 puntos, mantiene la performance en los debates que vienen, seguirá subiendo y puede terminar recuperando parte del voto que le “quitó” Lescano. Y si Pedro Castillo continúa en ascenso, podría seguir quitándole electorado potencial a ambos, pero sobre todo al candidato acciopopulista. Así las cosas, a estas alturas no existe certeza siquiera de que Lescano sea bolo fijo para la segunda vuelta.

Rafael López Aliaga. Estancado en las encuestas, parece haber alcanzado su techo. Las excusas que está poniendo para no asistir nuevamente a los debates que se vienen, muestran que, después de semanas al alza, ha sentido la pegada. No deja de llamar la atención que con todo lo que se ha conocido sobre él en las últimas semanas, su intención de voto más bien no baje. ¿Será el voto duro del sector más conservador del electorado? Alrededor del 60% de su intención de voto pertenecería a este grupo, pero el otro 40% a parte del electorado que tal vez aún no se ha enterado de su pasado, pero que podría hacerlo en las próximas dos semanas. Además, De Soto podría terminar apuntando a este sector de los votantes. En este sentido, si López Aliaga decide no asistir a los debates, perderá. Pero si lo hace, lo desnudarán.

Verónika Mendoza. Ganar el debate del domingo anterior y apostar por hablar de aquellos temas que más le preocupan hoy a la gente, le ha permitido ganar posiciones en las encuestas hasta meterse entre los que tienen posibilidad de pasar a segunda vuelta. Como es probable que algo similar suceda en las dos semanas que quedan hasta las elecciones, varios candidatos apuntarán hacia ella. Siendo así, ¿logrará contrarrestar la imagen del chavismo venezolano que buscan asignarle nuevamente? ¿Podrá seguir recuperando el terreno ocupado por Lescano? ¿En qué medida la imagen de la “mismocracia” puede impactar su candidatura? ¿Pedro Castillo se convertirá en el Gregorio Santos de esta elección y no le permitirá pasar a la segunda vuelta? ¿O Castillo sacará de la contiendo más bien a Lescano?

Hernando De Soto. El electorado que anda en búsqueda del candidato que defienda el “modelo económico” ya encontró a quién darle su voto. Ahora que se ha colado entre los que tienen posibilidades de pasar a segunda vuelta, una mayor parte del electorado apostará por él. No importa si aparecen más mentiras “piadosas”, mientras sean solo de esas, tiene la cancha abierta para seguir creciendo. Para asegurarse, tal vez necesite atreverse a ir más decididamente por el electorado de López Aliaga que no está totalmente convencido de votar por él (40% del total).

George Forsyth. La “mismocracia” que representarían los otros candidatos le permitió encontrar, finalmente, un discurso para su campaña. Su problema -sin aparente solución- sigue siendo su incapacidad para sostenerlo y darle contenido, así como para demostrar que estaría preparado para gobernar. Si lo que iba a definir su pase a segunda vuelta era que él fuese el mal menor entre los que pelean por esa misma posibilidad, con otras candidaturas consolidándose en las primeras posiciones puede terminar de desaparecer de entre los favoritos.

Keiko Fujimori. Aplicada como suele ser, tuvo una buena performance en el debate. La percepción de que fue una de las perdedoras refleja que su problema es que la gran mayoría de peruanos ya no le cree nada. Así, en la medida que otros candidatos comienzan a subir, sus posibilidades de pasar a segunda vuelta comienzan a desaparecer. Lo más probable es que su votación ronde alrededor del 7%, pues es la candidata con el voto más decidido (79% del total de su intención de votación).

Pedro Castillo. Es el candidato radical -y también sorpresa- de esta elección. Si Mendoza le da miedo a la derecha, Castillo les generaría pánico (¿incluso al centro?). Existen sus razones. Castillo está apostando por el electorado que espera cambios radicales y no pretende moderar su discurso para pasar a segunda vuelta, una opción que parece muy lejana pero no imposible. ¿Será una combinación del Humala del 2006 (por lo radical) y del Fujimori de 1990 (por la arremetida en el tramo final)? ¿O simplemente el Gregorio Santos de esta elección que terminará descolocando a Lescano y/o a Mendoza?

Elecciones 2021

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