Buena nutrición y salud emocional de los hijos
“Cuando un niño en riesgo de desnutrición recibe asesoramiento nutricional, experimenta mejoras en su actividad física”.

Por: María Isabel Vera. Directora Médica de Abbott y Magister en Nutrición Clínica.
Si bien es cierto, una de las principales preocupaciones de los padres es la salud emocional de sus hijos, muy pocos ven este bienestar emocional asociado a una buena nutrición. Por más que suene sorprendente, durante años, los expertos en salud hemos observado que los niños con una mala nutrición tienen más probabilidades de experimentar problemas de conducta, dificultades en la escuela e incluso incertidumbres en su lugar de trabajo cuando ya son adultos.
Por eso, una óptima nutrición para los niños es clave. Preparar una dieta nutritiva para tu hijo no es difícil. Aquí algunos alcances para que los pequeños de la casa obtengan los mejores beneficios cognitivos y energéticos que vienen de la mano con comer sanamente.
Alimentos para el cerebro
La infancia es un periodo de muchas “primeras veces” y también es una etapa clave para el crecimiento del cerebro. Tanto es así que, sin los alimentos adecuados para el cerebro, los hijos podrían presentar algún retraso en su desarrollo.
Sabemos que, en los primeros dos o tres años de vida, el crecimiento cerebral es rápido, lo que hace que la nutrición sea crítica para el desarrollo cognitivo. De hecho, la investigación científica muestra que niños de 2 años con retraso en el crecimiento podrían tener dificultades de aprendizaje que pueden persistir en su adolescencia.
Conexión entre estado de ánimo y la comida
Los alimentos también pueden ser importantes para la salud mental. Los nutrientes como el ácido fólico, la vitamina B6 y la colina son necesarios para sintetizar ciertos químicos cerebrales, llamados neurotransmisores, que regulan el estado de ánimo y la memoria. Un desequilibrio de neurotransmisores a menudo se asocia con afecciones relacionadas con el estado de ánimo como la ansiedad y la depresión.
Esa no es la única forma en la que los alimentos pueden impactar en la salud emocional de tu hijo: una dieta que carece de nutrientes esenciales también puede alterar la forma en la que el cuerpo quema grasas, carbohidratos y calorías, lo que puede conducir a que tengan sobrepeso u obesidad. Mantenerse con sobrepeso puede aumentar las probabilidades de que, en un futuro, un niño desarrolle enfermedades crónicas como diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas. Además, tiene un costo emocional, ya que los niños con sobrepeso tienen más probabilidades de experimentar bullying y depresión.
Nutrición para el máximo rendimiento de los niños
Cuando los niños no obtienen los nutrientes que necesitan para crecer, pueden comenzar a disminuir sus capacidades tanto en el aprendizaje como en sus otras actividades diarias. Pero una nutrición adecuada para los niños puede revertir esta tendencia.
De acuerdo con un estudio publicado en el Diario de Nutrición Humana y Dietética, cuando un niño en riesgo de desnutrición recibe asesoramiento nutricional y además le brindan suplementos nutricionales si lo requiere, experimenta mejoras en su actividad física y en sus niveles de apetito, registrando menos probabilidad de enfermarse.
Hábitos saludables
Cuando un niño solo come ciertos alimentos o se niega a comer, puede haber mucho estrés que afecta negativamente a la dinámica de toda la familia, por eso es importante que tu ejemplo ayude a que tu hijo aprecie y disfrute los nutrientes que pones en su plato. Refuerza que estos alimentos son óptimos para su bienestar, tanto en este momento como para el futuro. Recuerda que, si llevas una dieta completa, es probable que tu hijo quiera hacer lo mismo.



