¿Cómo era Venezuela antes de la llegada de Hugo Chávez y la revolución bolivariana?

La historia de Venezuela no fue igual desde el ascenso de Hugo Chávez tras ganar las elecciones de 1999 y, años después, los motines del 27 de febrero de 1989, conocidos como el Caracazo. Nadie sospechaba, sin embargo, que el país caribeño pasaría de ser uno de los países más prósperos de la región a convertirse en el más corrupto de América Latina, de acuerdo con Transparencia Internacional, y vivir la hiperinflación —los precios llegaron a tener un incremento del 130.060% en 2018—; además de sufrir la crisis de desplazamiento de mayor magnitud en el mundo, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

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Así era Venezuela antes de la revolución bolivariana

Años atrás, entre los años 50 y 80, Venezuela era conocido como 'el millonario de América' gracias a la producción de petróleo, que permitía que sus habitantes tengan el poder adquisitivo más alto de la región, según cifras del Centro de Desarrollo de la OECD.

“Venezuela logró un gran desarrollo democrático en muy poco tiempo, gracias (en parte) a la renta petrolera, pero eso no se logró convertir en consolidar una cultura democrática, entonces la riqueza terminó intoxicándola, no fue una fuente para un desarrollo armónico cuando tenía los recursos”, afirma el sociólogo venezolano Tulio Hernández.

Sin embargo, era un país que dependía del precio del petróleo, por lo que sufrió una debacle cuando los precios se desplomaron desde 1981 “y la economía venezolana se hundió junto con ellos”, conforme señala el estudio "La economía venezolana en tiempos de Chávez", de Mark Weisbrot y Luis Sandoval.

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Esto de alguna manera allanó el camino para Hugo Chávez, según indicó el historiador Agustín Blanco Muñoz a la BBC: "La situación en 1998 era de auténtico desastre y él pudo presentarse como un salvador en medio de ese desastre porque los venezolanos ya no creían en nadie de los partidos políticos tradicionales".

En ese momento, Chávez irrumpió en la escena política y llegó al poder con la promesa de refundar la nación, de conseguir la justicia social, pero —más de 20 años después— muchos de esos problemas han empeorado. Los venezolanos decidieron confiar en un joven militar que había sido repentinamente famoso tras liderar el golpe de Estado de 1992 que intentó derrocar sin éxito al presidente Carlos Andrés Pérez.

“Un sentimiento del cual Venezuela no se pudo liberar: que un solo hombre hacía patria”

Tulio Hernández, quien además es docente universitario y profesor en talleres sobre periodismo y migración de la Fundación Gabo, ahora radicado en Colombia, explica a La República que Venezuela —antes de Chávez y la revolución bolivariana— era un país en donde se respetaba la disidencia, a la minoría: “Yo que era un hombre de izquierdas, de un partido llamado el Movimiento del Socialismo y escribía todos los domingos contra el Gobierno y, sin embargo, trabajaba en una institución cultural del Estado”.

Además, recuerda melancólicamente sus años de formación: “Mi mayor recuerdo es haber sido hijo de una familia muy modesta del interior y poder haber estudiado gratuitamente en la mejor universidad del país. Yo pagaba más o menos tres dólares por cada semestre. Era más caro el papel que usaba”.

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“Haber vivido en una universidad que estaba llena de obras de los mejores pintores venezolanos, haber tenido la posibilidad de viajar con becas del propio Estado, haber sido testigo de los festivales más importantes de teatro, haber leído los mejores escritores casi por un dólar (porque la editorial del Estado publicaba lo que recién se había publicado en España), haber sido testigo de cómo recibimos a los emigrantes que huían de las dictaduras del Cono Sur”, prosiguió.

Asimismo, explica que Venezuela nació “adorando a un solo hombre: Simón Bolivar”, que no era otra cosa que un militar, pero que “creó un sentimiento del cual el país no se pudo liberar: que un solo hombre hacía patria”.