Delitos informáticos. Para copiar los datos de una tarjeta bancaria solo es necesario acceder a la banda magnética. Con esta información delincuentes acuden a tiendas tecnológicas para obtener información clave y luego vaciar las cuentas.,Si usted ha encontrado en sus tarjetas de débito o crédito un recurso más efectivo para pagar sus servicios o consumos, tenga cuidado. El uso indiscriminado del dinero plástico en cualquier local comercial puede convertirlo en un blanco fácil de los clonadores de tarjetas. (VER INFOGRAFÍA) Este fue el caso de Luis, empleado de una empresa en Arequipa. Él recibió su estado de cuenta vía e-mail a fines de enero de este año y se dio con la sorpresa de que el día 15 de ese mes habían retirado cerca de tres mil soles de su cuenta. PUEDES VER: Sepa cómo proteger su tarjeta y sus datos de los clonadores Molesto, acudió a su banco y contó lo que le había sucedido. Pidió que le informaran de las operaciones financieras y desde qué lugares fueron hechas. La respuesta del banco fue que presentara su reclamo y que en un plazo no mayor a 30 días le darían respuesta. Paralelo a este proceso también acudió a la Policía de Alta Tecnología, quienes iniciaron una investigación. En los documentos que se remitieron de parte de la financiera, se indicaba que los retiros se hicieron en tres cajeros ubicados en distintos puntos de la ciudad utilizando una tarjeta. Esto confirmó las sospechas de la policía: el dispositivo fue clonado. Según la policía, para que ocurra la clonación el delincuente tuvo que acceder a la tarjeta del usuario en algún momento y copiar su información guardada en la banda magnética. Luis aseguró que nunca perdió su tarjeta o se la dio a algún extraño. Dispositivo seguro El especialista en ciencias de la computación, Julio Santisteban Pablo, explica que clonar una tarjeta es fácil. Indica que la información del dueño de la tarjeta y de la cuenta se encuentran en las bandas magnéticas, las mismas que no están cifradas, sin importar el tipo de tarjeta. "Puedes ir a una tienda tecnológica, buscar en Ebay y comprar un lector por 18 dólares o con envío a 30 dólares. Pasas las tarjetas (por este equipo) y la información es disponible para cualquier persona" explica. Por esta razón muchas entidades bancarias hacen hincapié en la seguridad. La mayoría recomienda el uso de las tarjetas con chip. El especialista comenta que hace 30 años el hacker tenía que ser un genio en computación. Hoy, cualquier chico puede encontrar los programas para aprender paso por paso por internet. "Esto aumenta el número de personas que hackean”. Todo en contra Para la investigación policial, el tiempo se ha convertido en su peor enemigo. Ello se refleja en el caso de Luis. Pasaron más de 40 días desde que los delincuentes hurtaron el dinero a través de este fraude informático, cuando recién los investigadores tuvieron acceso a la información. Los agentes visitaron los cajeros desde donde se hicieron los retiros para rastrear a los delincuentes e identificarlos. Sin embargo, se dieron con la sorpresa de que uno no tenía cámara de vigilancia y en otro la calidad del video no era óptima para identificar al delincuente. Ante esta situación, la policía solicita que se emitan normas que obliguen a los bancos a por lo menos colocar una cámara frontal en los cajeros. El Banco de la Nación instaló en cada cajero equipos para tomar fotogramas frontales de los usuarios. El hombre en medio Julio Santisteban, quien también es docente del curso de seguridad computacional en la universidad San Pablo, explica que la persona o dispositivo que intercepta la comunicación entre el banco y el usuario es conocido como el "hombre en el medio". Puede ser un individuo o un dispositivo electrónico que tiene por finalidad apropiarse de la información del usuario para clonar tarjetas, comprar por internet y hacer transacciones. El especialista sostiene que la base de datos la venden a 10 dólares a más (practica usada por hackers de manera ilegal) y con esta se elabora una tarjeta clonada que se comercializa a 20 dólares. Una vez obtenida, puedes ir a comprar a una tienda por un valor de 500 dólares. Ante esta situación, se recomienda tener mucho cuidado con el uso de las tarjetas. Tenga en cuenta que cualquier delincuente puede modificar el dispositivo (POS, lector de tarjeta) para atrapar o alterar su operación; no importa que no pierda de vista su tarjeta, el fraude se lleva a cabo en sus narices.