El perfil de Gerson Gálvez Calle. Antes de formar la banda 'Barrio King', él integró la pandilla 'Canadá City', robó y vendió droga en el colegio hasta que fue recluido en 'Maranguita'. Su ascenso lo logró dentro del penal Sarita Colonia., –¿Es usted Gerson Gálvez Calle? –interroga un agente–. –No, señor. Se ha equivocado de persona. –¿Es usted ‘Caracol’? –insiste otro policía colombiano–. –No. Ya les dije que no –replica el intervenido, molesto–. A Gerson Adair (sin L) nunca le gustó que lo llamen ‘Caracol’. En el Callao, cuentan que es su apodo desde niño, por la peculiar forma de su cabeza y ojos. “¿No lo has visto? Tiene cara de caracol”, dice una mujer de su antiguo barrio, Canadá, la zona más pobre y peligrosa de La Perla, junto al mar. Antes de ser asesinado a balazos, Wilbur Castillo Sánchez –el hombre que dio información a la Policía para la desarticulación de ‘Barrio King’, la organización criminal liderada por Gálvez Calle– disfrutaba dando una versión distinta sobre el alias de su enemigo. “Yo lo conocí cuando no era nadie”, comentaba. No acabó el colegio Cuando Gerson se inició en la delincuencia tenía solo 14 años. Integraba la pandilla ‘Canadá City’, participaba de robos y vendía droga en su colegio. A los 15, cuando cursaba el cuarto grado de secundaria, lo internaron en el reclusorio de menores ‘Maranguita’. Y nunca más volvió a las aulas. Cuando salió de ‘Maranguita’, fue captado por las mafias de construcción civil y se volvió un ‘gatillero’. Mataba o hería por encargo y también asaltaba a mano armada. A los 20 años le disparó a un agente y se fue preso”, narra un ex policía de la Divincri-Callao que investigó varios de sus crímenes. ‘Fortaleza’ y ‘Persistencia’. Dos virtudes. Dos palabras. Gerson Adair las lleva escritas en la piel, en el vientre. Es el más reciente de sus tatuajes, hecho en sus días de fuga por Ecuador, Panamá y Colombia. Pero en sus días en Sarita Colonia, la cárcel donde pasó la tercera parte de su vida, fueron las claves de su ascenso en el mundo criminal. Por lo del policía que asesinó, lo condenaron a 15 años de prisión, pero solo estuvo 11. Durante ese tiempo, ‘Caracol’ hizo contactos, se “educó”, formó alianzas con hampones más avezados que él, los convenció de que estuvieran de su lado. Así se convirtió en el delegado principal –el ‘taita’– del pabellón de máxima seguridad, la plana mayor de los presos. “Desde la cárcel ordenó varios crímenes. Tenía absoluto control de las bandas del Callao. La prisión era su centro de operaciones, coordinaba asesinatos, extorsiones y envíos de droga. Es uno de los criminales más peligrosos que se han capturado”, explica el general José Lavalle, jefe de la Dirincri. Por la manera en que se imponía sobre los demás presos, pasó a ser llamado por algunos ‘El Doctor’. Con este alias se abrió su primera investigación por narcotráfico: desde su celda “dorada”, Gerson coordinaba envíos de droga a países del Medio Oriente. La captura de un ‘burrier’ iraquí en el aeropuerto Jorge Chávez puso al descubierto su accionar. Para tener ese poder, necesitas dinero. Gerson Gálvez lo consiguió en la cárcel. “Con sus hombres más fuertes, ‘Los Negros Flores’, ‘Viejo Willy’, ‘Sócola’ y ‘Calero’, impuso alquileres dentro del penal. Cobraba por celda, por colchón. Vendía ‘chicha canera’, droga y obligaba a los presos a comprarle dos polladas semanales”, cuenta un ex recluso. Con el dinero de los presos, a los que “sancionaba” drásticamente si se resistían a pagar, ‘Caracol’ compró a funcionarios penitenciarios corruptos, autoridades judiciales y políticas en el Callao. Cuando estalló lo de la droga, fueron ellos quienes lo ayudaron a salir de la cárcel por “buena conducta”. Quería su cártel Lo que hizo fuera ya es conocido. La formación de ‘Barrio King', 27 asesinatos comprobados, la guerra por el control del puerto, el atentado contra Gerald Oropeza, extorsiones a empresas constructoras, el homicidio de ‘Wilbur’, etc. “Su captura es la más importante de los últimos años. En el Perú nunca hubo cárteles de la droga, pero él tenía toda la intención de formar el primero”, dice el general Luis Pantoja, jefe de la Dirandro, la unidad policial que ubicó a ‘Caracol’ en la tierra de Pablo Escobar. Su pareja Tras revisar sus comunicaciones, personal de la Dirandro identificó a la actual pareja de 'Caracol', una joven de nacionalidad venezolana, mesera de un restaurante en el centro comercial de Medellín, donde lo capturaron. La joven se llama Krisly López y se investiga si conocía los actos ilícitos de Gálvez Calle.