DESGASTE. No han cumplido ni un año en el cargo pero su impopularidad es enorme. Alejandra Aramayo y Justiniano Apaza tienen los más altos porcentajes de rechazo.,Los congresistas han sido figuras con escaso arraigo popular. Hay distintas razones para explicar el rechazo. Esencialmente, la función parlamentaria queda reducida a la tarea de representar, legislar y fiscalizar; pero algunos ciudadanos tienen la equivocada percepción que deben "ejecutar obras", una misión imposible porque carecen de presupuesto. Dicho esto a su favor, sí preocupa los resultados de la última encuesta de la Universidad Católica de Santa María sobre la performance de los seis representantes arequipeños en el Poder Legislativo. Los resultados son muy severos. Deben ser los índices de descalificación más altos de las últimas décadas. En el sondeo aplicado del 18 al 20 de abril a una muestra de 400 entrevistados, el promedio de descalificación para los seis alcanza el 68%, solo 8% los aprueba. PUEDES VER: Julio Guzmán: “Cuidado que se haga una reforma electoral a la medida fujimorista” Alejandra Aramayo tiene las peores cifras: 4% la aprueba mientras que el 83% la reprueba. En las desalentadoras estadísticas debe haber influido la actuación de la representante de Fuerza Popular, quien presentó un proyecto de ley para retirar a los corruptos de los medios de comunicación. Informaciones periodísticas revelaron que no era la más autorizada para sustentar la iniciativa. Varios exfuncionarios de Puno denunciaron a Aramayo y a su padre por chantaje y extorsión. El caso de Justiniano Apaza, congresista reelecto, llama la atención; su aprobación alcanza el 10% pero después de Aramayo es el más impopular (73%). La semana terminó mal para él, recibió duras críticas por considerar presos políticos a algunos integrantes del grupo terrorista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Les falta articularse La oficialista Ana María Choquehuanca registra la mejor calificación (11%) pero 68% la rechaza, las gestiones de Sergio Dávila y Miguel Román tienen baja aceptación, quizá por la ubicación de la muestra; ésta se concentró en la provincia capital cuando el bolsón electoral de ambos se concentra en Camaná e Islay, respectivamente. El coordinador del Centro de Gobierno José Luis Bustamante, Carlos Timaná, esboza una explicación a estas cifras. Dice que es difícil que los congresistas mantengan notoriedad en la región, sus actividades las hacen en Lima y sus electores desconocen de sus gestiones. Tampoco están articulados como bancada arequipeña, algo que sí ocurrió con la representación anterior (2011-2016); cada parlamentario responde a intereses partidarios. Les falta articularse con la gobernadora regional y alcaldes. Timaná destaca la falta de brillo de figuras como Horacio Zeballos, opacado en el Frente Amplio y sin agenda propia; las desafortunadas posiciones de Aramayo y Apaza, a Dávila se le ve cercano al presidente de la República. Resalta a Miguel Román como un activista político que intenta darle vida a Acción Popular en Arequipa, aunque esta tarea no necesariamente está vinculada a la tarea parlamentaria.,