Entrevista. La creadora de ‘Pataclaun’, que regresó a la televisión luego de seis años con ‘Pensión Soto’, habla de cómo nació la serie y de su proyecto para llevar a la pantalla el caso Fefer.,July Naters: “He tenido una inyección de realidad”,¿Eres de las que consume fielmente la señal abierta, como Carlos Carlín? Carlín es un consumidor, Tatiana (Astengo) y Katia Palma, también. Yo no, yo soy creadora, no consumo tanto, no miro tanto. No creo porque ‘pucha’ me tengo que ganar los frijoles, yo despierto un día como poseída y digo: ‘Tengo que escribir esto’. PUEDES VER: 'Pensión soto': Una comedia acorde a los tiempos ¿Y de qué parte la idea de hacer ‘Pensión Soto’? Hubo un clímax muy alto con respecto a ‘Ni una menos’, esa movida me interesó. Ese fenómeno de contaminación en redes (sociales). Mi amistad con Tatiana la reencontré en una de esas marchas y ves ese sentir y dices: ‘Qué serie actual harías y cómo la hacemos protagonista’. Que no sea a la que agreden. Sería más de lo mismo. Sí, entonces pensamos en hacer una mujer exitosa y ganadora, que pueda tener una casa hermosa, que puede salir adelante sola, que puede haber tenido un marido o dos maridos y, si le da la gana, de estar con un chibolo, pues le da la gana. ¿Por qué no? Si esa es ola, esa es la corriente. Ahora que hablamos de los derechos. ¿Incluirás un personaje gay? Bueno, va a haber, no sé si un gay pero sí todo un mal entendido con el ‘rollo gay’, que te permite sacar el tema a la palestra. Yo nunca mostraría a un gay como los suelen mostrar los programas, poniéndolo extremadamente mujer u hombre. Si lo toco, vamos a tocarlo desde el lado: ¡qué chévere ser gay!, ¿no? (En la serie) habrá todo un malentendido con el hijo de Soila. Volviendo a ‘Pataclaun’, se sigue repitiendo... Sí, (murmura) y no me pagan ni un sol por eso... ¡maldita sea! (risas). Antes de eso (de llegar a la televisión) era un fenómeno (de teatro). Algo cercano a lo que pasa ahora con ‘Toc-Toc’. Un poco... aunque es una franquicia internacional (imposta la voz)... aguanta, no me compares con ‘Toc-Toc’ (risas). Lo digo como chiste pero ‘Pataclaun’ es sabor nacional. Por cierto, ¿qué ha sido de ese programa, además de gran parte de tu carrera? Por un lado es maravilloso, pero por otro lado, confieso, siempre es un inevitable... (piensa). A ver, si yo quiero presentar un proyecto a un empresario, más me vale que tenga que ver algo con Pataclaun o que sea algo que me haga reír. A veces digo: ‘Pucha, me encantaría tocar tantos otros temas’. Pero es muy difícil que yo no les dé: ‘ja,ja,ja, ju, ji’, la gracia, un circo, una comedia. Me queda esa melancolía. ¿Y no sigue en pie el proyecto del caso Fefer? Es un proyecto de largo plazo que sí se está desarrollando. Estoy juntando un equipo internacional, investigadores. ¿No tendrías que distanciarte de la amistad para hacer una producción así? Obvio. Pero más que de eso, me tengo que distanciar, no necesariamente de las víctimas o victimarios, sino que, me tengo que distanciar de todo lo vivido. Vivir lo que es la fiscalía y la Policía en Perú, lo que son los abogados, la prensa, ¡joder! He tenido una inyección, un curso acelerado de realismo duro, ¡uf! Tienes instituciones donde se conviene crear culpas. Es un negocio, hay fiscales a quienes les pagas para culpar. Inflan el expediente para dañar. ¡Cómo no voy a querer hablar de eso! ¿Estás pensando en un guion para cine? Todavía no sé bien qué formato tendría. Estoy empezando a conseguir el staff de guionistas que creo que tiene que ser internacional y que va trabajar conmigo. En eso estoy, y buscando periodistas que estuvieron relacionados con el caso. Entonces, no te arrepientes de involucrarte (como vocera) en un caso tan mediático. No hay forma. He conocido en el penal seres humanos espectaculares, por más que hayan cometido errores. Yo viví adentro, lo que es la real solidaridad, que no la encuentro afuera. ¿Si pude ponerme en sus zapatos? Claro, es como si me hubiera pasado a mí o a mi hijo. La vulnerabilidad en la que estamos por un enredo, que por la necesidad de crear una historia suculenta, puedes destruir la vida a alguien. Se han gestado muchas fantasías, pero solo fueron las ganas sinceras de ayudar. Es más, no es la única persona que he sacado de la cárcel. En ese sentido, hay una cuota que me da paz, me haya equivocado o no. He abandonado cosas de mi vida, he dejado de entretener, pero me ha dado paz. Finalmente, ¿es verdad que quisiste reunir a ‘Pataclaun’? Sí, no hay ningún misterio ni secreto, ni hay nada malo, sino, simplemente, tienen otros intereses. Yo intenté festejar los 25 años –un año estuve trabajando en eso–, quería hacerlo en el Estadio Nacional. Pero no llegué a convocar a todo el elenco. Cada uno tiene sus motivos, desde esa sensación de no volver a hacer ‘El chavo del 8’ porque ya eres mayor (risas) o está que prefieres dejarlo como algo maravilloso.