Fernando Samalea tocó batería para los dinosaurios del rock argentino: Charly García, Gustavo Cerati y Andrés Calamaro. Hoy ‘Sama’, junto a la cantante Marina Fages, recorre Sudamérica en moto, reivindicando el espíritu aventurero de su género.,Rock mochilero [VIDEO],Rock mochilero [VIDEO],Hace un mes partieron de Buenos Aires. Él al timón y ella en el asiento de copiloto. Con la motocicleta, una BMW GS650 bautizada con el nombre de La Idílica, devoraron la pampa, escalaron los Andes fríos, lluviosos, y a veces brutalmente soleados. Su objetivo, trazar un triángulo imperfecto entre Argentina, Bolivia, Perú y Chile, tarea que les demandará 10 mil kilómetros de viaje en dos meses. Tocan en las ciudades de ruta. El martes pasado estuvieron en Arequipa. Fernando Samalea, infatigable baterista de los capos del rock argentino, y la cantante y artista visual Marina Fages, han llamado a su aventura Mototour. La gira tiene el espíritu amateur y solidario del rock. Los shows son montados por amigos, con una infraestructura mínima. Samalea y Fages suben al escenario con instrumentos prestados. Como esa noche, en el local arequipeño del Quinque, donde Fages acompañó sus canciones con una guitarra Fender del grupo local Los Viralatas, y Samalea pedaleó y redobló la batería de su colega mistiano Luis Fernando Quintanilla. La moto permite un equipaje ligero; él apenas acomoda su bandoneón, mientras que Marina tiene chance para el clarinete y algunos discos que pone a la venta al final de las presentaciones. PUEDES VER: Soda Stereo: estreno mundial del single “En el Séptimo Día” | VIDEO ¿Quieren imitar al Che Guevara que recorrió Sudamérica en moto antes de convertirse en revolucionario? Reprimiendo la carcajada, Samalea responde que a ellos aún no se les partió el vehículo como sí le pasó al dúo Guevara- Alberto Granado. Conversamos casi gritando, para imponernos a la música del ambiente. De fondo se oyen discos de Charly García, Gustavo Cerati, Joaquín Sabina. Samalea intenta reconocer en esas grabaciones redobles suyos. "¿Qué me preguntás boludo?", responde Marina cuando le pido una opinión de la época dorada del rock argentino de los ochenta y del cual fue protagonista su actual compañero de aventura. Marina tiene 34 años. Cuando ella daba sus primeros pasos, Samalea era parte de Fricción, la banda que también conformaba Cerati ¿Es irrepetible esa época esplendorosa? Samalea la atribuye a una confabulación del cosmos tener a Charly, Luis A. Spinetta o Cerati en un solo país. Sin embargo, el pasado prefiere recordarlo, no vivirlo. Hoy le despierta curiosidad las nuevas tendencias musicales y artistas como Marina. A ella la conoce hace más de dos años. Para el segundo disco de la cantante, Dibujo de rayo, participaron siete bateristas. Uno de ellos fue Samalea. Desde entonces tocan juntos. Búsqueda de identidad Un día, viajando en motocicleta por la costa argentina, a ambos se les ocurrió la idea. Por qué no recorrer los caminos sudamericanos. Para Fages, el periplo ha sido enriquecedor. Son climas, paisajes y personas nuevas que conocen en forma rápida e inspirarán nuevos discos o pinturas. "¿No sé si hablar poco o mucho, boludo?", nos dice mientras intenta comparar la identidad argentina con la de otras naciones latinoamericanas. “En el Perú, Bolivia y México tienes culturas milenarias que mi país no tiene. Nuestra identidad aún está en construcción” nos dice. Para Samalea, estos territorios son conocidos. En las giras con García y Cerati recorrió Sudamérica de punta a punta. Parte de esas aventuras se compilan en el primer tomo de memorias Qué es un Long Play. El libro da cuenta de una adolescencia intensa: jugador de las inferiores del club Platense, estudiante de arquitectura, músico y voraz lector de Hermann Hesse, Stendhal, Fiódor Dostoiesvski, Julio Cortázar, Bioy Casares, etc. Pero Ernesto Sábato lo marcó. Era fanático del autor de El túnel, tanto que un día ubicó su teléfono en la guía, quería conocerlo. El escritor lo recibió en su casa de Santos Lugares, en las afueras de Buenos Aires. A los 14 años vio por primera vez a Charly García con su grupo La Máquina de hacer Pájaros. Años después lo conocería cuando formó parte de la banda de Andrés Calamaro. García y Spinetta participaron de la grabación de uno de los discos del salmón. Luego, el rockero del bigote bicolor lo invitaría a su banda. “Lo conozco hace treinta años. No lo veo ni bien ni mal. Es como nuestro Dalí. Siempre tiene una sorpresa para cautivar al inconsciente colectivo. Es una mezcla de Conde Drácula, aristocrático y con halo porteño”, dice Fernando, quien participó en las grabaciones de Random, la última placa de Charly. Trabajó en los discos y giras de Ahí Vamos y Fuerza Natural de Cerati, quien sufrió un accidente cardiovascular al final de la gira de 2007. Esa noche Samalea estuvo presente en Caracas. La charla debe terminar. El Mototour descenderá de los Andes a los desiertos costeros rumbo a Arica. La meta es cerrar en Buenos Aires, de donde partieron.