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Economía

Cajas Municipales lanzarán créditos hipotecarios para informales: “También tienen derecho"

Montos podrían llegar hasta los S/150.000 con tasas menores al 10%. Las cajas también alistan un plan para ingresar al mercado previsional de la mano de empresas aseguradoras, además de otras dos tarjetas de crédito y una billetera digital que competirá con Plin y Yape a partir del 2025.

Jorge Solis Espinoza, presidente de la Federación de Cajas Municipales, señala que la consolidación de Caja Sullana, absorbida por Caja Piura, no ha generado especulación en el mercado financiero. Foto: Fepcmac
Jorge Solis Espinoza, presidente de la Federación de Cajas Municipales, señala que la consolidación de Caja Sullana, absorbida por Caja Piura, no ha generado especulación en el mercado financiero. Foto: Fepcmac

Tras la fusión de Sullana y Piura, el presidente de la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC), Jorge Solis Espinoza, explica que, se prepara para consolidar su participación en el sistema financiero con nuevos créditos hipotecarios con garantía estatal, que podrían llegar hasta los S/150.000 con tasas menores al 10% para trabajadores independientes y del sector informal.

Las cajas también alistan un plan para ingresar al mercado previsional de la mano de empresas aseguradoras, además de otras dos tarjetas de crédito y una billetera digital que competirá con Plin y Yape a partir del 2025.

—¿Fueron muy agresivos para dar créditos?

—No, yo creo que prestamos a quienes teníamos que prestar. Hubo sí choques internos por un incremento de la morosidad, que fue acotada, así que no es alarmante tampoco. La morosidad en nuestro sistema es de 1%. Nuestros clientes son nuestra base, y debemos recordar que sufrieron pandemia, Yaku, y la caída de Castillo, donde muchas sucursales fueron incendiadas. Eso nos afectó, no así a bancos, que están en las grandes ciudades. Nosotros sí llegamos a todo el Perú. Y luego vino la recesión.

—Los golpeó los recortes de tasa del BCRP.

—El problema es que no hemos podido todavía alinear –los bancos tampoco– nuestras tasas pasivas. Los contratos de plazo fijo son de largo plazo, van de 18 meses a 3 años. Entonces, son contratos pactados con tasas que debemos respetar. Eso se está modulando, pero, lamentablemente, ahora estamos siendo más conservadores con el crédito. Vamos a mostrar buenos indicadores este año, pero el sector mype y emprendedor ya no tendrá tanto respaldo.

—Momentos en que cajas como Sullana ofrecieron tasas de hasta 10% y 11%.

—Que fue lo que ofrecían todos, la pauta del mercado por necesidad de liquidez. Los bancos captaban ahorros hasta con 8%, algo que nunca pasó. Fue un tema que se presentó por el desenvolvimiento mismo del mercado, no por mala gestión de las cajas. Sullana es un caso aislado, un proceso normal de consolidación. No generó mayor impacto ni relevancia.

—¿Se espera alguna otra fusión de cajas?

—No se ha vuelto a tratar, pero igual es un proceso normal. No olvidemos que en los 80 algunos bancos fueron absorbidos por otros. Ahí el Estado sí entró a rescatar con dinero de todos los peruanos. Eso nunca debemos olvidar.

—¿Y Sullana podría anticipar la creación de más cajas dependientes de dos municipios?

—Es complicado, las exigencias de la SBS para la apertura de cajas son bastante altas, y el mercado microfinanciero es competitivo. De las 53 entidades en el Perú, 37 son microfinancieras, además de las más de 200 cooperativas.

—Queda como experiencia, al menos.

—Bueno, siempre se puede aprender, pero el sistema de cajas está sólido y solvente.

—¿No debilita su imagen frente a bancos?

Los bancos han tenido grandes utilidades no porque tengan una gestión eficiente, sino porque trasladaron esos mayores costos para captar fondeo (ahorros) a los clientes, en uno o dos puntos más. Nosotros no. Estamos en ese sector y pagamos más intereses pasivos para los ahorros, pero no pudimos trasladar tasas activas. Eso redujo nuestras ganancias.

—¿Y los fondos que recibieron de Reactiva?

—Lo que tiene que haber es un paquete reactivador desde el Estado para este sector que se apalanca en las cajas y que tenga más impacto, que impulse. Reactiva fue un fiasco, no sirvió por el diseño del programa. Reactiva Perú I y II fueron un rescate de bancos. No es que los bancos estén bien por su maravilla de gestión, se piensan que están en otro mundo, no en el Perú. La crisis los golpeó a todos. Lo que pasa es que, como el programa se canalizó a grandes y medianas empresas -clientes de los bancos-, se evitó que caigan en desfavor. Les han inyectado S/60.000 millones para evitar que su cadena se rompa con este auxilio, con ese rescate financiero indirecto, disfrazado a los bancos.

—¿Y cómo quedan ustedes?

—Yo estimo que las utilidades de las cajas van a cerrar el año en casi el 90% el nivel prepandemia. Sí, hubo un momento crítico el año pasado y en este ejercicio hemos tenido que hacer ajustes. Lamentablemente, se frenará el crédito en perjuicio de miles de emprendedores que buscan capital de trabajo. Por eso hablamos de Reactiva III, para este sector y con tasas de 1,5% y periodos de un año de gracia, por más de S/15.000 millones.

Cajas llegarán al sistema previsional

—De cualquier manera, sería muy riesgoso para un pensionista que su caja quebrara.

—No. Aquí, son actuarios. Funcionan al revés. Nosotros lo hemos conversado y podríamos trabajar con las compañías de seguros –no las AFP-, podrían ser nuestros grandes aliados. Hemos tenido una ronda de conversaciones para esta estrategia. Estos fondos tienen otro tipo de manejo, y alcanzaríamos una alianza en este sistema que no solo abre la cancha para bancos y cajas, sino también para aseguradoras. Esto todavía tiene que ir madurándose.

—¿Cómo piensan ingresar a este mercado?

—Tenemos un plan previsto. Esto funciona en todo el mundo, tampoco es nada nuevo. Se llaman los ahorros pensionarios. En otros países, como EEUU o Alemania existe el régimen de pensionarios del Estado, que es la pensión contributiva. Pero también tienen el ahorro por pensiones, que es una pensión complementaria que complementará los fondos. Nosotros pensamos captar ese ahorro para atender a sectores que no están ni en el SPP ni en ONP.

—Algo similar a las AFP, que permiten también ahorrar por cuenta propia.

—Así es. No olvidemos que el 80% de la población no está en planilla. Son trabajadores por cuenta propia o independientes. Nuestra oferta irá a ellos, y creo que ya acá en el Estado tiene que trabajar mucho –no solo la ley– conjuntamente con la SBS, con las redes financieras, en lo que es la educación financiera. Y debemos recordar que uno de los pilares de la educación financiera no solamente son los ahorros y créditos, también el aseguramiento.

—¿Pero van a ser más competitivos, al menos, que lo que actualmente ofrecían las AFP?

—Por supuesto, abrir la cancha hace que sea más competitivo, porque se va a procurar un mejor servicio para darle mayor rentabilidad a todos los afiliados. Las cajas van a ofrecer una excelente rentabilidad y estamos trabajando a la espera de que salga definitivamente la ley.

Créditos hipotecarios con tasa de interés menor al 10% para informales

—¿Por qué lanzar un programa como este?

—El programa le pone foco a un sector de la población que no tiene acceso a financiamiento hipotecario. Con el pequeño excedente que queda a fin de mes, construyen sus propios hogares, proceso que puede tomar 20 años. Es antitécnico y genera un riesgo para las familias.

—Serán tasas de 10% como máximo.

—El crédito hipotecario se concentra en los bancos, y cuatro de ellos tienen el 70%, orientado fundamentalmente al A y B. Se busca dar acceso a una vivienda digna y con intereses accesibles a los trabajadores por cuenta propia, a los informales. Nosotros lo pusimos sobre la mesa y lo tomó el MEF, aunque propusimos S/2.000 millones y el ministro fue mucho más optimista con S/4.500 millones.

—Pero ¿Quién es el que pondrá el dinero?

—Siendo el financiamiento hipotecario de mediano y largo plazo, creemos que los recursos deben salir del Estado. Dinero fresco y con garantía estatal que comparta el riesgo con el sistema y las cajas. Porque queremos abarcar a un sistema informal de la economía; la mayoría de los que autoconstruyen son informales.

—¿Y qué ganan las cajas en el proceso?

—Ganaríamos un margen de los intereses, pero es un ingreso marginal. Y también permitiría ampliar nuestra cartera de clientes.

—¿Cómo evitar que usen los fondos para construir un hotel o un restaurante?

—Precisamente, es lo que se quiere evitar con la participación del Estado. Las cajas tenemos mucha experiencia en estos sectores y proyectos, somos los primeros colocadores del Fondo MiVivienda. De acuerdo a la capacidad de pago del cliente, para este segmentos deberíamos hablar de créditos de hasta S/150.000.

—¿Desde cuándo debería regir?

—Esto es un tema urgente. Tiene que ver con la calidad de vida de las personas y debe implementarse este año, con los primeros créditos, en el peor de los casos, a partir de enero 2025.

—¿El plan del MEF está bien estructurado?

—Aún no. Como cajas, proponemos que el Gobierno, paralelamente, impulse un programa de formalización, teniendo como fuente incentivo al crédito. Los municipios deben tener equipos transitorios subvencionados que formulen los expedientes de construcción. Si necesito un crédito, voy a mi municipio, obtengo mi plano con licencia, y con ese documento asisto a la caja y obtengo el préstamo. Nada de esto hay en la propuesta del Estado.

—¿Y podría expandirse para terrenos?

—Eso es otro producto, pero a partir de este programa creo que sí podríamos pensarlo.

Dos tarjetas de crédito más y billetera digital en 2025

—Cerraremos 2024 con cuatro tarjetas en el sistema de cajas municipales.

—Son tres cajas las que cuentan hoy día con el producto de tarjeta de crédito y, en septiembre, Caja Arequipa va a lanzar la suya. Serían cuatro cajas y estimo que el próximo año, al menos, dos cajas más van a salir con este producto.

—Ya tenemos las cuatro grandes: Huancayo, Cusco, Arequipa y Piura [esta última absorbió a Sullana].

—Sí, hoy ya tenemos a las cuatro grandes en número de activos. Puedo pensar que las próximas serán Ica y Trujillo, que ya se encuentran en proyecto.

—¿Estas cuatro cajas van a competir entre ellas?

—De hecho, es una economía libre de mercado y hay un factor de competencia que empodera al cliente con más opciones para elegir las mejores condiciones: el mejor precio, intereses baratos, condiciones blandas de los créditos, etc. Cada caja administra y gestiona sus propias tarjetas, como cualquier entidad financiera. Lo interesante aquí es cómo se ha ido regulando el mercado con nosotros.

—¿A qué se refiere?

—Antes de la ley que autorizó a las cajas la emisión de tarjetas, las tasas estaban en promedio de 100% hasta 130%. Tasas expoliatorias y especulativas, porque había un oligopolio de cuatro bancos que tenían el 87% del mercado de tarjetas. Al verse amenazados con la llegada de las cajas, tuvieron que regularse. Hoy el promedio de tasas oscila entre 70% y 80 %. Y eso es porque las cajas hemos salido con créditos de consumo y empresarial que se manejan tasas de entre el 22% y 40 %.

—Teníamos también que las cajas lanzarían su primera billetera en el último trimestre de 2024.

—La primera billetera digital de las cajas municipales saldrá en el primer semestre del 2025. Una base de 12 millones de clientes, tan fuerte como Plin y Yape. Gracias a la interoperabilidad, seremos su principal competidor para comprar en cualquier tienda. Además, apuntamos a llegar a un sector a donde no llegan ellos, que son las poblaciones periurbanas y rurales. Tendremos la billetera más incluyente del mercado.