Los homicidios en Lima no se detienen ni en tiempos de pandemia ni cuando ocurren desastres naturales. Lo sucedido en el límite de Cieneguilla y Pachacámac lo confirma. Ahí, dos personas fueron asesinadas y otras dos resultaron gravemente heridas al ser acribilladas en la camioneta donde se desplazaban tras dejar víveres a los damnificados por los huaicos y lluvias en la zona este de la capital.
El terrible episodio ocurrió a las 10:40 p.m. del viernes cuando las víctimas, integrantes de una familia, llegaron hasta el puente Manchay en el vehículo LGD-648 y encontraron la vía bloqueada por piedras.
De pronto apareció un automóvil del cual descendieron dos sujetos armados y les dispararon. Tras ser alarmados por los disparos, pobladores de la zona llegaron hasta el lugar y trasladaron a los heridos hasta el Centro Materno Infantil Tambo Viejo, en Cieneguilla.
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El chofer de la camioneta, Jesús Silva Alvarado (66), y su amigo Reynaldo César Rivero Soria, ambos comerciantes, no resistieron las heridas y los médicos del centro asistencial solo certificaron sus decesos.
Yanín Rodríguez Solís —esposa de Silva, también comerciante— resultó herida en el muslo izquierdo, mientras que Armando Daniel Zárate Arguedas (51) fue impactado por una bala en la región abdominal.
Zenaida Pillaca Silva dijo que sus tíos Jesús y Yanín eran muy unidos para ayudar a las familias que están atravesando una situación difícil. Les llevaban alimentos, agua e incluso ropa que compraban o conseguían a través de donaciones o recolectaban.
Víctimas. Jesus Silva y Reynaldo Rivero murieron baleados. Foto: composición La República
“Ellos vieron la tragedia que dejaron los huaicos y decidieron llevar la ayuda”, cuenta la afligida mujer.
Y es que en muchas zonas vulnerables y hogares de familias sin trabajo lo que más ayuda es el alimento.
Cieneguilla, como se sabe, es uno de los distritos más afectados en Lima metropolitana por la activación de quebradas y huaicos. El alcalde Emilio Chávez informó incluso que se ha reportado más de 3.000 damnificados y al menos 300 casas destruidas.
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La solidaridad de la gente busca calmar un poco la angustia de los damnificados en ese sector de la capital. Cientos de personas en las redes sociales se suman a la cadena para ayudar a quienes sufrieron la pérdida de sus hogares.
La familia Silva ya había apoyado en algunas zonas de Manchay. Sin embargo, esta vez decidieron continuar con su labor social en las zonas afectadas por la naturaleza y hasta en horas de la noche.
Los deudos indicaron que Jesús Silva, quien deja dos hijos en la orfandad, no había recibido ningún tipo de amenaza y desconocen el móvil del ataque que enluta a dos familias.
Agentes de la División Policial Este 2 no descartan que los asesinos al servicio de una mafia estén vinculados a un tráfico de terrenos. “Es una hipótesis que se baraja; sin embargo, hay otras líneas de investigación”, dijo un agente.
Por ahora se analizan algunos videos de la zona y también se ha entrevistado a vecinos del sector para determinar si las víctimas fueron objeto de un seguimiento o si los criminales les tendieron una emboscada cuando salían de entregar ayuda.