El romance entre Veronik y el theremin, un instrumento extraño que se toca sin contacto físico, empezó casi a primera vista. Ella tocaba en la banda de rock Valium y tenía una idea vaga sobre él, pero un día un amigo le prestó un DVD de la película “Theremin: an electronic odyssey” y su panorama musical cambió. O se amplió. Quedó impactada por el instrumento y durante dos semanas averiguó todo lo que podía sobre él. Y finalmente se compró uno por EBay.
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“En la película vi una escena donde sale Clara Rockmore, la mayor virtuosa de theremin que ha habido, y tocó una pieza clásica romántica del siglo XIX. Sonaba como una voz, como un violín, quedé impactada. Y fue un enamoramiento”, cuenta. Era 2008, y hasta que se compró el suyo, nunca había visto un theremin en directo. Aprendió a tocar viendo youtube, tutoriales. Y hasta ahora conserva su primer instrumento, ese con el que aprendió.
El theremin fue creado por el ingeniero electrónico ruso Leon Theremin en 1922 y patentado en 1928. A pesar de esa larga historia, sigue siendo un instrumento poco difundido. ¿Cómo funciona ese extraño aparato que puede sonar fantasmal, espacial, electrónico, experimental, clásico o simplemente hipnótico?
“Hay dos parámetros de donde sale toda la complejidad musical: el del pitch o de la altura tonal, es decir, las notas por un lado, asociadas a la antena vertical, usualmente del lado derecho. Por el lado izquierdo, el segundo parámetro es el volumen. Con la antena de volumen a la izquierda podemos cortar y esculpir las notas. Si me alejo de la antena del pitch, voy a tener los sonidos más graves; si me acerco la altura de las notas, va subiendo. Es un instrumento que abarca todo el espectro tonal”, explica Veronik.
Carolina Eyck, con la BBC Philarmonic. Foto: archivo
Si bien el theremin no es masivo como otros instrumentos, sí hay una comunidad en todo el mundo que explora sus sonidos. Hay figuras mundiales como la jazzista Pamelia Stickney, o la thereminista alemana Carolina Eyck que ha tocado con orquestas sinfónicas y hoy es la virtuosa más popular en redes. “Ella ha desarrollado un método de digitación de ocho posiciones que yo también utilizo cuando doy clases porque es fantástico”, comenta.
Para ella, el theremin es fascinante porque no hay contacto físico. No tocas, jalas, frotas, nada. Ella empezó a enseñar casi al azar, apenas un año después de empezar a tocarlo. El hijo de una amiga, que tenía un theremin, le pidió aprender. Y desde entonces no ha parado. Ha dictado talleres en instituciones y de manera personal. Como una de las primeras thereministas del país, en algún momento otros músicos le pedían información, la contactaban. Y el 2021 abrió el canal de Youtube y página de Facebook Mágica Escuela de Theremin porque quiere que más personas descubran al theremin.
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“Pienso abrir la puerta para que la gente lo conozca y vea si le gusta o quiere seguir. Lo que nos falta quizá son artistas masivos, profesionales que tengan al theremin como protagónico. Porque los grupos que lo usan son pocos. Lo tienen más como una arma dentro de su artillería de sintetizadores u otros juguetes electrónicos”, dice Veronik.
Ella ha participado en varios festivales de theremin en el mundo y el 2020 fue finalista del concurso “Theremin Star”, organizado por el portal ruso Theremin Today por los cien años del instrumento, logrando el segundo lugar. Este año lanza el “Taller de iniciación al theremin” a partir del sábado 14 de enero en el local de Gato Tulipán. Toda la información está en la pagina de Facebook de Mágica Escuela de Theremin. También tiene cuentas de Tik Tok a Instagram con el mismo nombre.
A Veronik la pueden ver haciendo tutoriales y ejecutando distintas melodías, incluso temas de Madonna, en su canal de Youtube. Hacer música en el aire, sin tocar el instrumento, sin duda es mágico.