El Congreso de Ecuador exhortó este miércoles al presidente Daniel Noboa a suspender "de manera inmediata" el proyecto para la construcción de una cárcel en Amazonía, que también ha generado protestas ciudadanas y rechazo por parte de las mayores organizaciones indígenas del país.
Con 95 votos a favor y 24 en contra, la Asamblea Nacional aprobó la resolución en la que pidió al mandatario y al organismo que administra las prisiones (SNAI) "suspender de manera inmediata" la ejecución del proyecto en la provincia de Napo (este).
El Legislativo, de mayoría opositora, también solicitó al presidente que "desista de imponer la construcción" una penitenciaría de máxima seguridad en "todo el territorio amazónico".
Desde hace una semana pobladores de la localidad de Archidona han bloqueado vías con piedras, palos y neumáticos para expresar su rechazo a la construcción de la cárcel, que es parte del plan de Noboa para combatir el creciente crimen organizado.
Otra prisión de máxima seguridad que esta siendo edificada en la costera provincia de Santa Elena (suroeste) también tuvo resistencia de pobladores.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) mostró este miércoles en una rueda de prensa su desacuerdo con el plan del gobierno. "Nos sumamos a la lucha y a la resistencia" de los pobladores de Napo, dijo José Esach, presidente de la Cofeniae.
Agregó que la construcción de la cárcel es "un proyecto inconsulto, que ha violado el proceso de consulta libre e informada" que ordena la Constitución a los habitantes de la zona, que incluye a indígenas.
De su lado, Zenaida Yasacama, vicepresidenta la de la Conaie, la mayor organización indígena del Ecuador, apuntó que los pueblos originarios han declarado "en emergencia a la Amazonía ecuatoriana porque vive en total abandono".
En junio pasado, el gobierno inició en Santa Elena la construcción de una de las dos cárcel de máxima seguridad ofrecidas por Noboa. Esta tendrá capacidad para 800 reclusos y se sumará a las 36 que hay en el país.
El gobernante ha advertido que su plan es separar a los reclusos más peligrosos y con ello frenar las masacres carcelarias en las que desde febrero de 2021 han muerto cerca de 500 presos. La matanza mas reciente -de 17 reclusos- ocurrió el mes pasado en la penitenciaría de Guayas.
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