El fujimorismo sigue en fase de negación de la realidad.,Sería una buena noticia que se confirmara la intención de Fuerza Popular de “voltear la página” para concentrarse en el establecimiento de condiciones básicas de gobernabilidad, pues la demora no solo afecta al país sino, principalmente, a los propios fujimoristas, quienes están quedando como malos perdedores dispuestos a usar su mayoría parlamentaria para vengarse por una derrota que les cuesta asimilar y entender. “Han pasado diez días con el mismo tema de las disculpas y ya basta, debemos voltear la página”, dijo el congresista Héctor Becerril. Pero no todos piensan así. Carlos Tubino señala que “se deben pedir disculpas mucho más profundas, hasta ahora todo ha sido muy light”; su futura colega Úrsula Letona cree que las disculpas de Pedro Pablo Kuczynski “no han sido sinceras”; y la siempre radical Martha Chávez aún ni acepta la derrota: “Lo único cierto hasta el momento es que el JNE no ha declarado electa presidente o presidenta a nadie. Aún hay actas pendientes”. Se puede entender que el fujimorismo aún esté en fase de negación de la realidad por el gran dolor que les produjo una derrota inesperada, pero la manera como lo están exteriorizando los deja, la verdad, bastante mal. “¿Ya qué cosa quieren? ¿Que haga la peregrinación a una cripta, que vaya al Señor de los Milagros? En política hay que tener correa. Todo esto cae en un infantilismo que ya deberían haber superado. Yo, por ejemplo, con todas las cosas que he dicho, o que me han dicho, no podría hablar con nadie en el Congreso”, dijo, con razón, Mauricio Mulder sobre la negativa de Fujimori a dialogar con PPK hasta que le ofrezcan disculpas. Disculpas que ya se ofrecieron y que, en todo caso, debieran ser recíprocas, pues los rivales de PPK en la segunda vuelta tampoco tuvieron una boquita de caramelo. Salvo que en FP tengan un culto por Keiko Fujimori como el de los norcoreanos por Kim Jong-un, la reiteración del pedido de un perdón parece insólita y huachafa. Algunos ya se dieron cuenta y, entonces, el secretario general José Chlimper ha dicho, como Becerril, que “las condiciones en este momento no están dadas para un diálogo”. De este modo, lo que parecía la autopsia de un berrinche podría considerarse, en realidad, la anatomía de una pataleta que ojalá superen el martes de la próxima semana en que el JNE ha anunciado que hará la proclamación del presidente electo PPK, salvo que pretendan vivir así todo el lustro, lo cual sería una pésima noticia. Para los fujimoristas y para el país.