Martín Vizcarra ya habló claro y directo: no renuncia.,Sobre qué debe hacer el vicepresidente Martín Vizcarra frente a la encrucijada en que lo ha puesto la historia puede haber distintas opiniones, muchas respetables, sin duda, pero, para efectos prácticos, la que finalmente importa es la suya, y él ya hablo claro y directo sobre un asunto que es crucial en el momento actual para la perspectiva del país. Como ya lo había confirmado La República y destacado esta columna hace varios días, Vizcarra acaba de reiterar a otros medios locales y extranjeros que no se ha reunido con políticos de la oposición para pactar sobre la vacancia del presidente Kuczynski pero que, en caso este sea destituido por el congreso, él cumplirá al mandato constitucional de reemplazarlo. Más allá de cualquier otro detalle, eso es lo relevante y fundamental en este momento porque si Vizcarra hubiera dicho lo mismo que la premier y segunda vicepresidenta Mercedes Aráoz, en el sentido de que renunciaría si vacan a PPK, el plan fujiaprista habría sufrido un serio revés. Porque si tanto Aráoz como Vizcarra renunciaran, la vacancia de PPK con la foto final de Luis Galarreta —tercero en la línea de sucesión por ser presidente del congreso— le daría al plan un tufo golpista a pesar de que sería constitucional. Y eso implicaría la necesidad de adelantar elecciones generales para la presidencia de la república y el congreso, salvo que Mauricio Mulder y Héctor Becerril insistan en seguir triturando la constitución como lo hacían Martha Chávez y Gilberto Siura en los noventa, interpretando con lectura prepotente que el congreso actual debe seguir hasta el año 2021. Pero con la seguridad de que Vizcarra no renunciará a la presidencia si debe reemplazar a PPK en la eventualidad de que el congreso fujiaprista con la asociación de una izquierda perdida en la rumba —no en el rumbo— de la historia, el camino para el relevo se ve facilitado. Traición significa, según el diccionario, “la falta que se comete quebrando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener” pero, también, como comentó Juan Luis Cebrián ayer en El País en una columna titulada ‘El día de los Traidores’, la ingratitud de los amigos. ¿Está incurriendo Martín Vizcarra en una traición a PPK al no anunciar que renunciaría si lo vacan, que es obviamente lo que más le convendría al presidente en el momento actual? Solo él lo sabe, la historia lo juzgará. Pero en esta quincena que viene es un anuncio crucial para lo que puede pasar en el Perú y su futuro.