Hay muchos obstáculos para poder llegar a hacer justicia.,El asesinato de la esposa de un funcionario del gobierno regional del Callao (GRC) sería una expresión de que la corrupción ha pegado un salto cualitativo, pero esa no es la única arma del ‘anti anticorrupción’. Antiguo militante de Chim Pum Callao, Víctor Suelpres es uno de 22 funcionarios del GRC que, como su presidente Félix Moreno, es investigado por presuntamente recibir sobornos de Odebrecht y que, según ha confirmado La República, quiso ser colaborador eficaz, aunque luego no insistió, sobre casos de corrupción en los que está involucrado, y que alcanzan a importantes autoridades de ese gobierno regional y de su partido. En Lima nadie está libre de un asalto, pero quince balazos sin que se concrete un robo llevan a pensar que los asesinos eran sicarios. Eso creen, al menos, en el Ministerio Público. Si esa hipótesis se confirma, se estaría pasando a una nueva etapa en los procesos anticorrupción en el Perú, como en otros países donde las mafias ejecutan a los que puedan dar testimonio sobre los corruptos. O, también, a fiscales y jueces. Aunque el juez Richard Concepción Carhuancho ha demostrado pasión por el figuretismo, de ninguna manera debe desoírse su preocupación por su seguridad y la de su familia. El asesinato para modificar el rumbo de las investigaciones anticorrupción es un arma letal para trabar estos casos, pero no es el único. Otro mecanismo es la compra de testigos, como denunció el domingo Cuarto Poder con el audio sobre el intento de comprar al piloto Jesús Vásquez en el caso que tanto preocupa a Fuerza Popular de Joaquín Ramírez, su financista y ex secretario general. Asimismo, sacar de los puestos clave a las personas que sean incómodas para la lucha anticorrupción. Por ejemplo, el esfuerzo de Fuerza Popular de bajarse al fiscal de la nación, para lo cual, con el fin de no ensuciarse las manos, ponen a trabajar a su topo Yeni Vilcatoma, quien ha presentado una demanda contra Pablo Sánchez ante el Consejo Nacional de la Magistratura, una instancia porque nombra y despide a jueces y fiscales, y en donde corta el jamón el partido que jefatura Keiko Fujimori. Hoy el CNM es muy nocivo para el país. Por último, está el control de comisiones del congreso como lava jato, presidida por alguien como Rosa Bartra que lo último que quiere es conocer la verdad para hacer justicia, y lo primero que desea es usarla como arma política al servicio de sus jefes. Como se ve, hay muchos sicarios del anti anticorrupción, y las balas que usan son distintas pero efectivas.