Emblema nacional en peligro de extinción. Aumento de temperatura de la Tierra se suma a otros factores que ponen en riesgo su existencia. Su población se redujo a menos del 5% de lo reportado antes de la llegada de los españoles. Solo una especie está protegida. El próximo mes lanzarán plan para su conservación.,De la quina, árbol que representa nuestra riqueza vegetal en el escudo nacional, podría quedar solo el recuerdo y su dibujo en uno de nuestros símbolos patrios si es que se sigue depredando y no se implementa una estrategia para su recuperación y conservación. Pese a que el Perú es considerado como el centro de su diversidad genética, ya que preserva 19 de las 25 especies reportadas en el mundo, hoy esta emblemática planta que curó a millones de enfermos de la mortal malaria el siglo pasado se encuentra en peligro, pues su población se ha visto reducida a una mínima parte de lo que cientos de años atrás narraron los cronistas, advierten investigadores de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM). PUEDES VER: Senamhi prevé lluvias intensas acompañado de ráfagas de viento desde este domingo “Si actualmente comparamos su existencia con lo que había antes de la llegada de los españoles, la población de la quina debe estar reducida a menos del 5% en las áreas que se encuentran fuera de los parques nacionales. Hay un nivel de destrucción enorme que nos preocupa muchísimo”, detalla Carlos Reynel Rodríguez, director de investigación de la facultad de Ciencias Forestales de la UNALM. De acuerdo con el investigador, la extracción desmesurada de la que fue víctima la quina siglos atrás al conocerse sus poderes medicinales, sumado a la actual degradación de los bosques de neblina (considerado como su hábitat natural) a consecuencia de la agricultura migratoria, la ganadería extensiva, el incremento de las rutas de acceso y la apertura de vías carrozables en zonas alejadas, entre otros, pueden acabar con todo el acervo y “pool genético” de las especies y variedades que hoy existen en el Perú. Si antes era fácil encontrar los bosques de quina entre los 800 y 2.800 metros sobre el nivel del mar, actualmente sus árboles son muy escasos y en algunas de sus especies estos se reducen a un contado número de individuos. Hay que precisar que para extraer la quinina, componente utilizado de este árbol, se tiene que retirar la corteza de la planta matándola inmediatamente. “La destrucción se da en todas las variantes del grupo. Solo hay una o dos, de las 19 especies que conserva el Perú, que tiene una población algo considerable. Otras están tan golpeadas que ya no sabemos si existen árboles, pues en las épocas recientes ya no se les ha vuelto a reportar”, añade el especialista. Pese a la delicada realidad que expone el investigador, el Decreto Supremo 046-2006 que aprueba la categorización de las especies amenazadas de flora silvestre -publicado hace 12 años-, considera dentro de su lista de variedades vulnerables solo a una de las especies de la quina: chinchona calisaya, dejando a libre disposición las otras 18 especies. “Ha faltado un poco de información en los últimos años. (...) Ahora se está trabajando la actualización de esta lista, pero el sentido de la norma es el aprovechamiento sostenible”, explica a este diario el asesor de la dirección ejecutiva de órganos desconcertados del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), Miguel Ocampo Pizarro. Alto potencial Su correcta recuperación y sobre todo conservación en el ambiente podría convertir al país en uno de los principales exportadores del alcaloide conocido como quinina. En la actualidad, las industrias farmacéuticas lo utilizan para fabricar medicamentos que curan la fiebre y tratan la malaria, mientras que las fábricas dedicadas a la elaboración de productos cocteleros la usan para elaborar el agua tónica y el amargo de angostura, este último elemento clave para la preparación del pisco sour, nuestra bebida de bandera. PUEDES VER: Cajamarca: inusual granizada causó daños en cultivos en la provincia de Chota Hábitat en peligro Ahora bien, a los factores que ponen en peligro la conservación de la quina se ha sumado uno mucho más grande: el cambio climático. Y es que el aumento de la temperatura de la Tierra está cambiando los patrones y las condiciones atmosféricas de los ecosistemas. Y los bosques de neblina, considerados como el hábitat natural de la quina, no son la excepción. “El cambio climático ya está mermando la población natural de la quina. Al elevarse la temperatura va cambiando las condiciones en el hábitat natural de esta especie y si la temperatura sigue aumentando ya no tendrá el manto protector de las neblinas que proveen la humedad ambiental. Si no existen esas condiciones, la regeneración natural de la quina no se establece”, añade Ocampo Pizarro, del Serfor. El aumento de la temperatura, sumado a factores antrópicos, es decir, provocados por el propio hombre, en este caso por los agricultores que deciden talar y quemar los árboles de este piso altitudinal para ampliar sus parcelas, incrementan además la ocurrencia de incendios forestales que acaban con toda la fauna y flora que existe. Con la depredación de estos bosques, no solo peligra la preservación del árbol de la quina sino también de los animales endémicos que viven en este hábitat como el gallito de las rocas, el oso de anteojos, el colibrí de neblina, el mono choro cola amarilla, la pava barbada, entre otros. Plan de sosteniblidad A fin de hacer frente a este escenario el Serfor aprobará el siguiente mes, durante la Semana Forestal Nacional, la Estrategia Nacional para la Conservación de la Quina al 2027, un documento de gestión que busca desarrollar propuestas de conservación y manejo sostenible de este género herbáceo, muy cotizado a nivel mundial. Esta estrategia contemplará un plan de acción hacia el 2022, tiempo en el que se tiene planeado ejecutar un inventario de todas las especies del género chinchona. “Va a ser un estudio específico a nivel nacional para identificar exactamente cada especie, valorarla y decidir qué tipo de medidas se pueden tomar. El plan también contempla acciones al bicentenario, una de ellas es la propuesta de acuñar una moneda con la imagen real del árbol de la quina”, concluye el vocero. Claves - La chinchona officinalis, conocida como cascarilla, es la especie de la quina que contiene mayor contenido medicinal. - Investigadores de la UNALM elaboran un manual para la identificación de las especies de la quina. Planta diferente a la imagen del escudo nacional - Dato curioso. El dibujo que aparece en el casillero derecho del escudo nacional no guarda semejanza con el de un árbol de quina, explica Carlos Raynel de la UNALM. “El verdadero árbol es muy esbelto, de tallo muy largo y copa un poco rala. El dibujo que hacemos más parece un manzano”, detalla. - La quina en las tradiciones de Ricardo Palma. El escritor costumbrista dedicó una de sus tradiciones a explicar las bondades curativas del árbol nacional. En Los polvos de la condesa narra cómo la corteza de la quina salvó de la muerte a la condesa de Chinchón, esposa del virrey Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla, quien gobernó el Perú entre 1629 y 1639. Ella se contagió de malaria y, en su honor, se bautizó científicamente a esta planta bajo el género de Chinchona. - Actualmente, Indonesia abastece a la industria médica de quinina con semillas que fueron cosechadas de árboles de la zona andina del Perú. Estas fueron llevadas por holandeses en 1800.