Siete fallecidos en Ayacucho en paralización por nuevas elecciones

Por Wilber Huacasi, enviado especial a Ayacucho

El primer día de la declaratoria de emergencia nacional del gobierno de Dina Boluarte coincidió con el inicio del paro regional en Ayacucho. La medida no apaciguó los ánimos de la población ayacuchana. La presencia de los militares en la plaza de Armas tampoco impidió una marcha multitudinaria y pacífico en el centro. Lo trágico surgió desde el aeropuerto, donde fallecieron siete jóvenes, tras la toma de la pista de aterrizaje.

La población movilizada, principalmente jóvenes, se dirigió hacia el aeropuerto Alfredo Mendívil Duarte con el fin de tomar las instalaciones. Si bien al interior había presencia de militares, la extensión del recinto impidió el control.

Fue así que los mayores enfrentamientos se produjeron en la parte frontal del aeropuerto. Otros grupos lograron ingresar desde la parte posterior, quebrando los alambrados. Durante más de media hora, los manifestantes se instalaron en la pista y hubo un intento de diálogo con los militares, que se mantenían replegados en la otra mitad. Sobre la marcha, se produjeron los desalojos con intensos disparos al aire y gases lacrimógenos.

Ya para entonces, los manifestantes fueron reportando heridos. A las nueve de la noche, la Dirección Regional de Salud de Ayacucho dio cuenta de un total de 53 heridos. Estos eran trasladados al Hospital Regional de Ayacucho y otros establecimientos de salud.

Pero también, en forma progresiva, la autoridad de salud fue dando cuenta de fallecidos, llegando la cifra a siete manifestantes ayacuchanos que perdieron la vida.

Los reportes de la Dirección de Salud, hasta el cierre de edición, no contenían información aún sobre las causas de las muertes y los heridos. En parte, debido al sistema colapsado de los nosocomios por los heridos. La autoridad de salud se ha declarado en alerta máxima.

Luego de los enfrentamientos en el aeropuerto, otros grupos de manifestantes, conforme se informaba de los heridos, se dirigieron indignados a dos sedes del Ministerio Público que terminaron incendiadas. Algunos ingresaron, extrajeron y quemaron documentos.

Rechazo al Congreso

Una constante en las marchas y manifestaciones fue el rechazo al Congreso de la República y la exigencia de la pronta convocatoria a nuevas elecciones.

Hubo también arengas contra la presidenta Dina Boluarte, a quien responsabilizaban por las muertes ocurridas en Andahuaylas y Arequipa, por la represión policial.

Otros grupos de manifestantes pedían la libertad del expresidente Pedro Castillo, quien ahora cumplirá 18 meses de prisión preventiva. También hubo demandas para la convocatoria a una asamblea constituyente.

Tal como se pudo advertir en las protestas de Huancavelica, en el caso de Ayacucho las organizaciones y los actores sociales que lideran las movilizaciones son múltiples, con lo cual se torna más difícil tender posibles puentes de diálogo.

Hubo delegaciones de estudiantes universitarios, grupos de maestros del sector público y mujeres que salieron con sus banderolas de los mercados.

Al cierre del día, otras organizaciones como la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) anunciaron nuevas concentraciones en el centro de la ciudad.

Según información de medios locales, además de Huamanga ayer hubo marchas en otras provincias como Cangallo y Puquio, que ya acataba una paralización desde días previos.

Toque de queda

Ante las movilizaciones en diferentes regiones, el Gobierno decretó ayer el toque de queda en 15 provincias del país. Estas son Arequipa, Virú (La Libertad), Ica y Pisco (Ica); Andahuaylas y Chincheros (Apurímac); Cusco, La Convención, Chumbivilcas y Espinar (Cusco); Carabaya y San Ramón (Puno); Tayacaja, Angaraes (Huancavelica) y Cangallo (Ayacucho).

En regiones del sur también salieron ayer a las calles. En Puno, se movilizaron en los exteriores del terminal terrestre de la región, exigiendo adelanto de elecciones.

En Arequipa, cerca de mil trabajadores de construcción civil y comerciantes se declararon en insurgencia hasta que dimita la presidenta.

En su cuarto día de huelga indefinida, Cusco empezó a gestionar ollas comunes para cerca de 6 mil comuneros y ronderos de Quispicanchi, Paucartambo y Calca. Consideraron indignante la medida de estado de emergencia. En Apurímac, cientos de personas dieron el último adiós, en medio de una multitudinaria movilización, a Wilfredo Lizarme Barboza y Jhonatan Enciso Arias, muertos durante las manifestaciones en Andahuaylas.

En Cajamarca, como en otras regiones del norte, marcharon estudiantes, autoridades, docentes y administrativos de la Universidad Nacional de Cajamarca. En Piura, cientos de docentes salieron a las calles para exigir la salida de la mandataria Boluarte y la liberación del expresidente Pedro Castillo.

En Lima, desde temprano un gran contingente de policías ingresó a los alrededores de Palacio de Gobierno para su resguardo, mientras que las Fuerzas Armadas cerraron el paso a los manifestantes que llegaron a la avenida Abancay. Por la tarde, un grupo de manifestantes se movilizaron hasta la plaza San Martín exigiendo el cierre del Congreso y la salida de la presidencia de Dina Boluarte. La policía frenó su avance.

Al cierre de esta edición, había nuevos enfrentamientos entre la Policía y los jóvenes.

(Con información de corresponsales)