No, la ideología de género no existe. Lo que existe es evidencia irrefutable de que la desigualdad y la violencia contra las mujeres demandan la urgencia de una educación con enfoque de género. He escrito sobre esto en varias oportunidades, pero resulta imprescindible seguir haciéndolo porque la realidad es aún desalentadora. Más de 120 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va del año, lo que implica que los feminicidios han aumentado en 26% en relación con el 2017. Hasta junio del 2018 se han reportado 52 mil denuncias de mujeres que sufrieron algún tipo de violencia familiar o sexual y 5,800 niñas, y adolescentes, fueron víctimas de violación. La última semana dos nuevos casos de pequeñas abusadas y asesinadas nos remecen. El 65% de los escolares son blanco de bullying, lo que según la Unesco nos ubica como el tercer país con más acoso escolar en América Latina y El Caribe. 8 de cada 10 adolescentes embarazadas abandona el colegio, 15 menores denuncian abuso escolar o sexual al día y la comunidad LGTBI no tiene acceso a un documento que refleje su identidad, acceso al trabajo ni a la salud pública. Y esto es solo una pequeña muestra. Hace unos días tuve la oportunidad de ver un documental revelador y al mismo tiempo alarmante. “Género bajo ataque”, dirigido por el periodista Jerónimo Centurión, retrata el trabajo articulado que realizan en América Latina los grupos ultraconservadores para influenciar en las políticas públicas afectando los derechos de mujeres y los LGTBI. El documental, grabado en Perú, Brasil, Costa Rica y Colombia, devela como los fanáticos religiosos se han unido en un pacto firmado por líderes católicos y evangélicos -históricos enemigos- para imponer un pensamiento único que bloquee todo intento de igualdad y poder decisión sobre nuestros cuerpos y sexualidad. Dos ideas me quedaron claras tras su proyección, en América Latina la violencia tiene rostro de mujer, sea adulta, niña o adolescente. Y, como sucede en nuestro país, en toda la región la puntería está puesta en el sistema educativo porque no hay nada más peligroso que una educación libre. Lo que estos grupos ultraconservadores necesitan son estudiantes que no cuestionen, sino que obedezcan. “Género bajo ataque” relata con hechos concretos y testimonios lo que hay detrás de los autodenominados colectivos “Con Mis Hijos No te Metas” que se movilizan por todo el continente, y no es otra cosa que ambición por el poder político y económico. No es Dios quien los motiva. Esta misma semana conocí también los resultados del Ranking PAR 2018 que elabora Aequales, espacio que reúne a empresas que operan el Perú y trabajan juntas por la equidad de género. Según este ranking el 77% de las empresas encuestadas tienen protocolos para evitar el hostigamiento sexual y han establecido mecanismos para proteger a las personas que denuncian, así como la confidencialidad de los procesos administrativos. Sin embargo, hay dos serias deficiencias. El 55% no capacita a su personal ni les comunica la existencia de tales políticas. Y el 65% de las empresas peruanas, aunque tenga protocolos, en la práctica no aplican ninguna medida para proteger a las víctimas. El caso de Eyvi Agreda, asesinada por un compañero de trabajo a quien denunció ante sus jefes por acoso, es un claro ejemplo de que las empresas no pueden limitarse a una sanción administrativa. Mención aparte merecen las 23 entidades públicas que participaron en el Ranking PAR. De estas solo el 52% cuentan con políticas de prevención contra el hostigamiento sexual. Queda claro, entonces, la urgencia de que los sectores público y privado adopten medidas documentadas que no se limiten al papel y las declaraciones, sino a las acciones. Solo así se garantizarán espacios seguros, justos e igualitarios para las mujeres. Este 25 de noviembre es el Dia de la No Violencia contra la Mujer, una fecha que nos invita a seguir reflexionando y actuando. Además, el documental “Género bajo ataque”, que mencioné líneas arriba, será estrenado el jueves 22 en el Lugar de la Memoria, en una función gratuita y abierta al público. La última semana de este mes será liberado en YouTube, pero hasta esa fecha pueden ver algunos extractos en sus redes sociales (@generoeldocu). Los invito a mirarlo y, sobre todo, a informarse sobre las cifras y porcentajes acerca de la violencia de género. Las estadísticas no mienten.