(*) Por Luis Alberto Arias M, economista y profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú
Hace dos semanas publiqué en un diario especializado en economía y negocios mi columna titulada “Tropezar dos veces con la misma piedra”, alertando sobre el sobreendeudamiento de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) por S/ 4,000 millones, de los cuales ya se han colocado S/ 2,455 millones, para evitar repetir el caso de Petroperú, en el que los contribuyentes hemos tenido que financiar con nuestros impuestos el rescate de la empresa.
Sustenté en mi columna las razones por las que considero que el caso de la MML es un segundo caso de sobreendeudamiento:
a) La razón deuda/ingresos superará el 300%.
b) La tasa de interés es elevada, generando en los primeros años una carga financiera de S/ 400 millones anuales, lo que equivale a más del 30% de los ingresos.
c) Se crea un fideicomiso para pagar la deuda, al que se abonará la recaudación del impuesto de alcabala y del impuesto vehicular, que equivale al 73% de los impuestos que recauda la municipalidad.
d) Los ingresos remanentes para la MML apenas servirían para financiar el gasto corriente, dejando sin recursos suficientes para inversión a administraciones futuras.
e) Dichos ingresos están sujetos al ciclo político y económico, y cualquier disminución comprometería la prestación de servicios.
Tras la publicación de mi columna, el alcalde de Lima me acusó en una red social de mentiroso o ignorante, y anunció que enviaría un artículo al mismo diario para “ilustrarme”.
En la misma semana, el diario publicó la respuesta del alcalde, titulada “¡Sin corrupción, sí hay inversión!”. Sin desmentir las cifras de mi columna, el alcalde contraargumentó lo siguiente:
a) Los flujos de alcabala no se reflejan al 100% en el presupuesto de la MML, sino en INVERMET, que es la entidad que ha cedido, como ya lo hizo antes, sus flujos para el pago de la deuda.
b) Durante los últimos 20 años (2003-2023), la recaudación de alcabala se incrementó 11 veces y la del impuesto vehicular 5.2 veces, evidenciando que son fuentes de ingresos sostenibles.
c) La actual gestión ha implementado medidas de austeridad y eficiencia en el gasto corriente, logrando reducir el gasto en CAS y locadores de servicios en S/ 154 millones, lo que representa el 54% del servicio de la nueva deuda contraída.
d) De acuerdo con las estimaciones de Moody’s, se espera que el balance operativo continúe con una tendencia creciente en los siguientes años.
e) Los flujos de alcabala, que ascienden a S/ 250 millones, permiten pagar los flujos del servicio de la deuda, que ascienden a S/ 272 millones en promedio.
f) La MML cuenta con grado de inversión. Cualquier nueva emisión de deuda estará condicionada a que las agencias de calificación internacional reafirmen esta calificación.
Los temas de este debate democrático con el alcalde, tras abandonar los ataques personales, se centran en tres aspectos: a) El monto y el costo de la deuda; b) La evolución de los ingresos de la MML; y c) La evolución de los gastos corrientes de la MML.
Mi argumento de que la deuda contraída es cara no ha sido desvirtuado por el alcalde en su artículo. Mi análisis está basado en tres factores:
El alcalde compara cifras desde 2003, lo que resulta una referencia muy lejana, casi como recordar “los goles de Cubillas”. Comparaciones más cercanas revelan que:
Aunque, como señala el alcalde, son ingresos sostenibles, su crecimiento ha sido moderado o negativo en la última década. Asumiendo un crecimiento razonable del parque vehicular y la inversión residencial, la recaudación de estos impuestos se destinará casi exclusivamente a pagar la deuda hasta al menos 2030.
Esto dejará otros impuestos, como el predial, arbitrios, multas de tránsito y transferencias del FONCOMUN, como las únicas rentas disponibles para financiar el gasto corriente. Sin embargo, estas recaudaciones han disminuido un 1.8% en términos reales entre 2011 y 2024, al igual que las multas de tránsito y transporte, que cayeron un 1.4% en el mismo periodo.
El alcalde ha difundido que ha logrado un gran ahorro en gastos operativos. Sin embargo, los datos del Sistema Integrado de Administración Financiera (SIAF) no respaldan esta afirmación.
Entre enero y octubre, los gastos corrientes de la MML (remuneraciones, bienes y servicios, pensiones, asistencia social) ascendieron a:
El ahorro es de apenas S/ 15 millones. Aunque se redujeron los gastos en CAS (S/ 57 millones) y locadores de servicios (S/ 54 millones), estos ahorros se compensaron con aumentos en planillas (S/ 25 millones), prestaciones de asistencia social (S/ 51 millones) y otros servicios (S/ 13 millones).
Las dos emisiones de deuda realizadas por la MML ya han comprometido los recursos del impuesto de alcabala. Una tercera emisión comprometerá también la recaudación del impuesto vehicular.
El total de la deuda generará una carga que, en su pico (2027-2030), más que triplicará el servicio de la deuda en comparación con 2019-2022. Con ingresos modestos y sin un ahorro significativo en los gastos corrientes, es probable que las dos administraciones municipales siguientes no cuenten con recursos suficientes para invertir, lo que podría poner en riesgo la prestación de servicios públicos.
Columnista invitado. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.