¿Nos hemos preguntado de qué manera está afectando la crisis política a las regiones? o ¿cómo convive la degradación del sistema democrático con los problemas y demandas que la población atraviesa en su día a día?
En medio del ruido político y de un escenario de desconfianza y polarización, se vuelve urgente y saludable escucharnos desde la diversidad. Y esto implica una escucha genuina, horizontal, descentralizada e inclusiva, abordada desde la interculturalidad y desde el territorio. Es necesario que las instituciones y autoridades escuchen los sentires y demandas de la población, pero también es clave poder escucharnos entre nosotros mismos.
Para ello, dos aspectos son fundamentales. Primero, poner al centro al ciudadano. No solo como elector o beneficiario de un servicio público, sino también como sujeto político. No se puede recuperar la democracia excluyendo a los demócratas. ¿Qué herramientas tiene la ciudadanía para ejercer su participación en igualdad de condiciones desde sus territorios?, ¿qué espacios se les está proporcionando?
Lo segundo es descentralizar la mirada de la crisis política. Mientras se da un copamiento sistemático de las instituciones y se aprueban leyes que solo favorecen intereses particulares, las personas siguen sin ser atendidas en sus demandas más urgentes. Se necesita generar un hilo articulador que permita tender un puente entre lo que está pasando a nivel nacional y las dinámicas regionales y locales.
Finalmente, en esa escucha diversa es necesario reconocer las emociones. No solo hay desconfianza, también está presente el miedo, la tristeza, la incertidumbre, la indignación. La salud mental de los peruanos y peruanas en un contexto de crisis, pobreza y corrupción necesita ser abordada en los espacios de escucha, pero también en las políticas públicas. Las instituciones, líderes y organizaciones tienen la responsabilidad de reconocer esas voces, amplificarlas y canalizarlas.
Gestora Cultural con más de diez años de experiencia en el diseño y ejecución de proyectos sociales, políticos y culturales en el sector público y privado. Con experiencia en docencia cultural e investigación. Actualmente, miembro del Consejo Directivo de la Asociación Civil Transparencia. Reside en Cajamarca