También hay buenas noticias, por Roberto Ochoa

“La otra buena noticia es el convenio firmado con EE.UU para la creación de un puerto espacial en Piura...”.

En medio de tanta miasma política, es bueno enterarse de dos buenas noticias. Ambas de corte científico: la primera es el funcionamiento de varias plantas desalinizadoras de agua de mar en la costa peruana y la existencia de otros proyectos para enfrentar la inminente escasez de agua potable procedente de ríos y deshielos andinos.

La noticia mereció un buen reportaje de investigación publicado en la edición web y en el impreso de La República. Y nos pone a la vanguardia de otros países de la región empeñados en solucionar las graves consecuencias del cambio climático. Si no me falla la memoria, la primera planta desalinizadora fue instalada en el puerto de Ilo por la Southern. Luego fue otra empresa minera, en el sur de Lima, que hizo lo propio. Hasta que se instaló una exclusivamente de uso vecinal en San Bartolo, Punta Negra y Santa María del Mar. Se sabe que La Punta evalúa su instalación y Ventanilla también, pero tienen el problema de la contaminación marina con petróleo. Lo importante es saber que hay una solución para cuando se derritan los glaciales andinos.

La otra buena noticia es el convenio firmado con Estados Unidos para la creación de un puerto espacial en Piura, aprovechando su desierto y su ubicación vecina a la línea ecuatorial. Ojo que no es el primer convenio aeroespacial. En los años 60, la NASA eligió una quebrada de Jicamarca, en Lima, para instalar un enorme radiotelescopio que fue fundamental en el proyecto Apolo (del primer alunizaje).

El radiotelescopio de Jicamarca sigue funcionando. El científico peruano y piurano Ronald Woodman le dedicó los mejores años de su vida. Por sus investigaciones en Jicamarca, Woodman mereció el premio Appleton, equivalente al Nobel para la física atmosférica. En julio de 1994 realizamos un reportaje desde Jicamarca, donde registramos el impacto del cometa Shoemaker-Levy 9 en la superficie de Júpiter. Woodman fue fundamental para este registro terrícola de los sucesivos impactos en la superficie joviana. Así como Chile tiene sus telescopios internacionales instalados en su desierto, nosotros tendremos nuestras propias lanzaderas espaciales.