Más allá del amor, por Lucia Solis

"Los derechos de las personas no deberían fundamentarse únicamente en su capacidad de amar, sino en el hecho de que son precisamente eso: personas".

El periodismo y, en general, las comunicaciones atravesadas por un enfoque de inclusión y diversidad son constantemente revisadas y analizadas por quienes las practican para no reproducir mensajes que puedan resultar problemáticos. Por eso, en el marco del Día del Orgullo LGTBIQ+ y reconociendo el sesgo que implica ser una persona cisgénero y heterosexual, considero importante abordar la idea del amor como base para conmemorar esta fecha.

No es que el amor no sea relevante, claro, especialmente en un país donde se puede ser víctima de violencia de diferentes maneras solo por demostrar afecto a quien no se supone que se ‘‘debería’’, según la heteronorma; pero creo que es necesario transicionar a una etapa superadora.

Los derechos de las personas no deberían fundamentarse únicamente en su capacidad de amar, sino en el hecho de que son precisamente eso: personas. El discurso de "ames a quien ames" es válido y transgresor, sobre todo en el Perú, pero termina siendo muy fácil de sabotear por parte de grupos conservadores.

Es complejo, al hablar de amor, separarnos del ideal del ‘‘para toda la vida’’. Todas las personas estamos peligrosamente atravesadas por las motivaciones del amor romántico; por eso, uno de los primeros argumentos contra, por ejemplo, el matrimonio igualitario, que utilizan colectivos antiderechos apenas ven una pareja diversa saliéndose de los ideales tradicionales, es el ‘‘¿para eso se quieren casar?’’. O sea, la supuesta defensa de la familia estable y constituida.

Pero el matrimonio, la adopción, la libre autodeterminación de género, el contar con legislaciones claras y concretas contra los delitos de odio; derechos que ya están reconocidos en diferentes países de la región, no pueden ni deberían estar relacionados únicamente con la capacidad de una persona queer para amar y mantener una relación sentimental considerada estable. Les corresponde porque son derechos, porque no reconocerlos y otorgarlos es un ataque directo a su integridad física y mental.

Al igual que es problemático abogar por los derechos de las mujeres como un premio por su "rol" y sus "aportes", los derechos de la población LGTBIQ+ van más allá del amor. Se trata de humanidad, del reconocimiento de la autonomía y de poder vivir libremente en todos los aspectos y ámbitos de la sociedad.

Lucia Solis Reymer

Casa de Brujas

Periodista y editora de género en Grupo La República. Licenciada en Comunicación y Periodismo por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y máster en Estudios de Género por la Universidad Complutense de Madrid.