¿Sigue el golpe?, por Mirko Lauer

“Que el alto liderazgo de este golpismo de la calle que asoma no dé la cara algo nos dice sobre estrategia y táctica en las movilizaciones. ¿Es furia por la caída del estrecho ganador del 2021? En los casos más organizados más bien parece furia por el fracaso del golpe”.

La historia del hombre que se golpeó a sí mismo ha dado la vuelta al mundo, y sigue intrigando a los analistas interesados en el Perú. La patinada de Pedro Castillo ha dejado una atmósfera putchista a la que conviene darle unas cuantas vueltas. Sobre todo porque para algunos el golpe de Castillo no ha terminado todavía.

Por lo pronto la consigna callejera que pide libertad para Castillo merece más atención. ¿Liberarlo por qué y para qué? Sumado al cierre del Congreso (izquierdista en más de 30%), que también se pide en algunas movilizaciones, toda situación vuelve a su inicio, y Castillo queda libre para seguir con su propósito.

Debemos suponer que hay decididos golpistas en las calles del país, a los que solo ha detenido la activa participación de la Fuerza Armada en la contención de los aspectos vandálicos de las movilizaciones. La actitud de los grupos más violentos parece haber sido que el golpe no ha concluido, sino que recién ha comenzado.

Los intentos de tomar por la fuerza aeropuertos en importantes ciudades han levantado muchas cejas, pues comprensiblemente eso ha sido leído como un intento de impedir los desplazamientos rápidos de las FF. AA. y la PNP. No parece una estrategia de comunidades campesinas indignadas por la caída del político que no pudo traer la urea.

La grita por la excarcelación de Castillo despierta curiosidad por cómo habría sido su golpe, más allá del zarpazo al sistema judicial (“Más allá de la victoria” repite Perú Libre). Asonadas violentas contra instituciones, y cientos de prefectos y subprefectos tomando el mando organizados sobre el terreno, pintan una imagen tentativa.

Que el alto liderazgo de este golpismo de la calle que asoma no dé la cara algo nos dice sobre estrategia y táctica en las movilizaciones. ¿Es furia por la caída del estrecho ganador del 2021? En los casos más organizados más bien parece furia por el fracaso del golpe. Es decir, todo se arreglaría si, por un milagro, Castillo vuelve al poder.

Ese retorno es lo que en el fondo han pedido desde el exterior López Obrador y sus cuates. A varios de ellos no les cuesta nada verse retratados en el espejo de Castillo.

La República

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