Se titula Proyecto de Ley 904/2021-CR “Ley que impulsa la calidad de los materiales y recursos educativos en el Perú” pero su verdadero nombre es: atentado contra la educación sexual integral y el enfoque de género en la educación peruana.
Este resucitado intento conservador para que infantes y adolescentes no conozcan sobre sexualidad libre de prejuicios, sobre consentimiento, que entiendan las desigualdes estructurales sobre las que funciona nuestra sociedad, es obra del congresista evangélico Esdras Medina del partido político de ultra derecha Renovación Popular (RP), y apunta a que la intervención de madres y padres en la elaboración de los materiales educativos sea obligatoria.
Parece una iniciativa inocente pero no lo es. El ‘’ideario’' de RP no cuenta con políticas reales de igualdad de género y ni siquiera nombra a la comunidad LGTBIQ+. A ellos le hacen el juego el fujimorismo y parte de Perú Libre. Este PL afirma que pone a madres y padres al centro del sistema educativo pero no es así. La realidad es mucho más peligrosa.
Se trata de un intento de atacar, o ‘’exterminar’' (como López Aliaga, presidente de RP dijo que haría), lo que ellos llaman ‘’doctrina de género’', una especie de plan macabro que, según predican falsamente, quiere homosexualizar a niños y niñas, y promover la promiscuidad porque, como ellos alegan, existen hasta manuales para masturbarse. Buscan destruir lo poco que se ha avanzado en materia de igualdad en la última década.
La realidad es otra y ellos lo saben. Lo saben y le temen. Ven como amenaza que infantes y adolescentes se eduquen porque ahí es donde radica la verdadera libertad: en la posibilidad de aprender y crecer con recursos teóricos y prácticos que les ayuden a identificar las diferentes violencias, a reconocer su autonomía sexual, a no discriminar, a apreciar y promover la diversidad. No hay tal cosa como una ‘’doctrina de género’', lo que sí existe es una ideología del miedo, una agenda anti derechos disfrazada de lo que ellos llaman ‘’calidad de materiales y recursos educativos’'.
Las y los mismos congresistas que dieron su voto favorable al PL 904/2021-CR no dudaron en alzar su voz, hace un mes, contra la violencia de género hacia niñas y adolescentes a raíz del caso de la niña víctima de abuso sexual en Chiclayo. No hay mayor contradicción que esa, ni algo que revele más sus verdaderos propósitos. Pedir castracción química o pena de muerte no va reducir las violaciones sexuales; la educación lo hará, aunque sea un proceso a larguísimo plazo y con mucho en contra.
Seamos claros, entonces: no les importa la calidad del material educativo; lo que buscan es sembrar miedo, hacer crecer odio y tener a niñas, niños y adolescentes controlados para que, cuando estén en edad de hacerlo, no exijan los derechos que les corresponden y que congresistas como Esdras Medina y quienes respaldaron su PL, buscan socavar.
Periodista y editora de género en Grupo La República. Licenciada en Comunicación y Periodismo por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y máster en Estudios de Género por la Universidad Complutense de Madrid.