En medio de denuncias de corrupción en la entrega de las canastas municipales para personas afectadas económicamente por la emergencia Covid-19, la reacción de la Municipalidad de Ccatcca (Quispicanchis, Cusco) es un ejemplo del bien. En el día 33 de la emergencia, muchos están agobiados por padecimientos materiales y anímicos, y quizá esto restablezca el ánimo: las comunidades campesinas reunieron parte de sus cosechas para enviarla a sus coterráneos en las ciudades de Cusco y de Arequipa, y las autoridades distritales organizaron el transporte.
“Las remesas consisten en productos de panllevar no perecibles y perecibles, de esta manera la población rural se solidariza con sus hermanos, quienes afrontan las consecuencias de la presencia del coronavirus alejados de nuestra tierra”, escribieron en Facebook. El dato procede de la escritora Karina Pacheco.
Algo similar reportó Leonardo Tello: tres comunidades de extrema pobreza del bajo Marañón, Gran Punta, Solterito y San Pedro, enviaron donaciones de plátanos y frutas a personas necesitadas del puerto de Nauta, en Loreto.
P.S. Luces y sombras en el hospital Dos de Mayo: en plena alegría por el alta de un ciudadano de 90 años infectado con Covid-19, médicos de medicina interna protestaban porque no les entregan equipos de protección, y piden personal para las salas de esa especialidad. Además, mueren los pacientes porque tienen pocas camas de cuidados intensivos pese a que el establecimiento cuenta con capacidad de incrementarlas.
Jacqueline Fowks. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.