Cusco. El Tío Chechi escribió cuentos y novelas. Uno en dos tomos, Gente menuda: cuentos escolares del Tío Chechi, que arranca sonrisas, también llantos. ,Cuando en mayo del 2016 le pedí al profesor Julio César Cevallos Gonzales (Tío Chechi) que recite un poema a las madres en su día, no entró con remilgos. –Vamos al río, allí debe ser, es más bonito –dijo muy optimista. Por la plaza de Armas de Quillabamba (La Convención, Cusco) caminaba elegante, erguido, con un libro bajo el brazo, ataviado con sombrero, lentes oscuros e inseparable bastón. A su paso recibía el saludo cariñoso de todos quienes lo veían. "De aquí no me muevo. En esta ciudad soy un poco célebre", decía con pícara sonrisa. Así fue. Tuvimos como telón de fondo al Wilcamayu (Vilcanota o Urubamba), el río sagrado de los incas y un envidiable ambiente bucólico. Bajo los rayos del sol, entre árboles y aguijones de mosquitos, emergió la poesía. "Pobre gota que tiemblas en los cristales de mi ventana. Débil hija del trueno, gota nacida de la borrasca... Ya sé por qué tiemblas en los cristales de mi ventana. Yo te conozco. Temblar te he visto en los rasgados ojos de mi madre, en los rasgados ojos de mi madre, y pues, de ella naciste. Serás mi hermana. Vente conmigo, vente conmigo, gota de agua" . Sus gestos y la mímica de sus brazos y afiladas manos magnificaban la belleza y el sentimiento de "Gota de lluvia", poema de Marcos Rafael Blanco Belmonte (Córdova, España 1871-1936) https://bit.ly/2WhLXrT. El Tío Chechi escribió cuentos y novelas. Uno en dos tomos, Gente menuda: cuentos escolares del Tío Chechi, que arranca sonrisas, también llantos. Tras su partida y a pocos días de sus 94 años (el 31 de enero), los quillabambinos relievan su pasión por el arte, literatura, poesía, teatro, canto. Lo recuerdan siempre con la chispa, leyendo en alguna banca de la plaza. Adiós, maestro, adiós "Hijo ilustre de Quillabamba", adiós, querido padre. Revive la poesía "Gota de lluvia" declamada en el 2016 en honor de las madres del mundo.