En defensa de la libertad. En un foro sobre América Latina, el premio Nobel de Literatura reflexionó de que es preferible una democracia corrupta a una dictadura. Se refirió al caso de Alejandro Toledo, a quien pidió ponerse a derecho; mientras que sobre Ollanta Humala opinó que habría cometido una falta ética por recibir dinero para financiar su campaña. ,A Karl Popper le preguntaron sobre las tragedias que asolaban al mundo. Corría la década del noventa y acechaban las crisis económicas y la exaltación por el fascismo. Con la sabiduría que da la longevidad, el pensador liberal contradijo a los periodistas que lo abordaron en uno de sus últimos viajes a España. PUEDES VER: Vargas Llosa: “El caso de Toledo me parece muy claro, el de Humala no tanto” Les respondió que en la historia de la humanidad nunca el mundo estuvo tan bien: se conquistó la materia, se derrotó a la mayoría de enfermedades y consolidaron los derechos humanos. Vargas Llosa utilizó esta anécdota para graficar la situación de los países de América Latina. Después de escuchar a políticos e intelectuales de varios países participantes de un foro de la Fundación Internacional por la Libertad, el escritor expresó su preocupación por los problemas latinoamericanos. Sin embargo, para él, en comparación con el pasado, estamos mucho mejor. Para el autor de La guerra del fin del mundo, una de las grandes conquistas de esta época fue adoptar a la democracia como sistema político permanente. Recordó que cuando era joven solo había tres países democráticos y faltaban dedos de las dos manos para contar los regímenes totalitarios. En cambio, ahora esa figura se ha invertido. “Es preferible una democracia imperfecta y corrupta a una dictadura”, sentenció el nobel de Literatura 2010, quien celebró su onomástico número 81 en Arequipa con diversas actividades. Clausuró ayer este evento que tuvo como invitado a Marcos Peña, jefe de gobierno de Argentina. Vargas Llosa culpó al autoritarismo de la pobreza y subdesarrollo latinoamericano. Pero dijo que en ello también hubo una responsabilidad ciudadana, no se creía en la democracia. Los jóvenes, como el mismo novelista, le atribuían ser máscara de la explotación e imperialismo. A inicios de su carrera literaria, el novelista apostó por la revolución cubana, entendida como el único camino para derrotar a la pobreza y desigualdad. La historia demostró que los países colectivistas fracasaron estrepitosamente. Cayó la Unión Soviética, China Popular se transformó en capitalista y Cuba nunca alcanzó el paraíso prometido. DEMOCRACIAS PODRIDAS Dijo que las democracias actuales son imperfectas y algunas están podridas por la corrupción. No obstante a ello, este sistema deja un margen para la crítica y la oposición. Y desde esa orilla, argumentó, se puede promover el cambio pacífico y ajustado a la ley. Citó el caso de Brasil, cuyos políticos son juzgados tras haberse descubierto que recibieron sobornos para favorecer a empresas. “No es verdad que estén volviendo al conservadurismo, ahí hubo una explosión nacional asqueada de los actos corruptos. Pero no quieren volver al socialismo o estatismo, sino regenerar la democracia e introducir medidas para vacunarse contra la plaga”. CASO TOLEDO Y HUMALA Para él, el gran veneno de la democracia es la corrupción. En breves declaraciones a la prensa, se refirió al caso peruano, donde los expresidentes Alejandro Toledo y Ollanta Humala son investigados por los sobornos de la empresa Odebrecht. "Lo de Alejandro Toledo está claro, en cambio lo de Ollanta Humala todavía no". A Toledo, acusado de recibir sobornos de empresas brasileñas, lo instó a ponerse a derecho. Sobre el expresidente Ollanta Humala, a quien apoyó en la elección de 2011, dijo que habría cometido una grave falta ética al recibir dinero para financiar su campaña. Precisó que si él hubiese sido el candidato no lo hubiera hecho, pero tampoco la ley lo tipifica como el delito. El novelista permanecerá en esta ciudad hasta hoy. Es probable que hoy parta a Cusco junto con su pareja Isabel Preysler para hacer turismo.