Ciencia

Exploradores daneses descubren la isla más al norte de la Tierra “por azar”

Un grupo de investigadores de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, se encontraba en expedición por Groenlandia cuando dio con el hallazgo.

El islote, aún sin nombre, se encuentra al norte de Oodaaq, una isla de Groenlandia considerada hasta ahora la elevación de tierra más septentrional del planeta. Foto: Copenhaguen University/Morten Rasch
El islote, aún sin nombre, se encuentra al norte de Oodaaq, una isla de Groenlandia considerada hasta ahora la elevación de tierra más septentrional del planeta. Foto: Copenhaguen University/Morten Rasch

Un grupo de científicos de la Universidad de Copenhague descubrió al norte de Groenlandia (Dinamarca) lo que ellos piensan que puede ser la tierra emergida más septentrional del mundo. La isla fue hallada a 780 metros al norte de Oodaaq, un banco de grava y cieno situado al noroeste de la isla danesa

Inicialmente, los exploradores no se percataron de su descubrimiento debido a que creyeron estar aún en Oodaaq. Hasta la fecha, la academia danesa consideraba a Oodaaq la tierra elevada más al norte del mundo.

De acuerdo con el comunicado de la Universidad de Copenhague, la isla, aún sin nombre alguno, está compuesta principalmente por pequeños montículos de limo y grava, mide 30 por 60 metros y se eleva del nivel mar en unos tres o cuatro metros

“No era nuestra intención descubrir una nueva isla”, dijo a Reuters el explorador polar y jefe del centro de investigación Arctic Station en Groenlandia, Morten Rasch, el líder del grupo de exploración y miembro del Departamento de Geociencias y Gestión de Recursos Naturales de la Universidad de Copenhague. “Solo fuimos allí para recoger muestras”.

“Estábamos convencidos de que la isla en la que estábamos parados era Oodaaq, [...] pero, cuando publiqué fotos de la isla y sus coordenadas en las redes sociales, varios cazadores de islas estadounidenses se volvieron locos y dijeron que no podía ser cierto”, señaló Rasch.

Posteriormente, Rasch indicó que se había producido “un error” en su GPS que había hecho creer a los investigadores que estaban en Oodaaq. Al respecto sostuvo: “En realidad, habíamos descubierto una nueva isla más al norte, un hallazgo que expande ligeramente el reino”.

El hallazgo ocurre en un momento en el que se avecina una batalla entre las naciones del Ártico (Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Rusia y Noruega) por el control del Polo Norte y de los fondos marinos circundantes, los derechos de pesca y las rutas marítimas acentuadas por el deshielo de los glaciares.

Cualquier reivindicación territorial en el Ártico dependerá de si se trata de una isla o de un banco marítimo natural que puede volver a desaparecer. En caso sea un isla, esta tiene que permanecer por encima del nivel del mar en marea alta.

No obstante, de acuerdo con René Forsberg, asesor del Gobierno danés y jefe de geodinámica del Instituto Nacional del Espacio de Dinamarca, es poco probable que el hallazgo cambie la reclamación territorial de Dinamarca al norte de Groenlandia.

“Estas pequeñas islas van y vienen —dijo—, nadie sabe cuánto tiempo permanecerá. En principio, podría desaparecer tan pronto como golpee una nueva y poderosa tormenta”.

Con información de Reuters.