
Comas, nacido de la migración y el crecimiento urbano informal, ha evolucionado hasta convertirse en un polo educativo clave del norte de Lima. La avenida Túpac Amaru, eje central del distrito, marca una división simbólica entre sectores que reflejan distintas olas migratorias. Hoy, la alta concentración de colegios públicos en la zona evidencia su rol fundamental en la formación de nuevas generaciones.
Desde la década de 1950, Comas ha sido un punto de llegada para migrantes de diversas regiones del Perú. Este fenómeno ha dado lugar a un desarrollo urbano que, aunque inicialmente fue informal, impulsó la creación de servicios esenciales, como las escuelas públicas. El historiador Santiago Tácunan Bonifacio destaca en su obra ‘Iglesia y educación: Historia de los colegios Presentación de María y Jesús Obrero de Comas’ cómo la comunidad ha sido clave en este proceso.
La Avenida Túpac Amaru es una de las arterias más emblemáticas de Lima Norte, y en el distrito de Comas, representa mucho más que una vía de tránsito. Foto: EMAPE S.A.
La avenida Túpac Amaru no solo divide físicamente a Comas, sino que también representa la historia de sus habitantes. En la margen derecha, donde se asentaron la mayoría de los migrantes, se encuentran barrios como La Libertad y El Carmen, que albergan las primeras escuelas públicas del distrito. Estas instituciones, como el N.° 3068 San Judas Tadeo y el N.° 3061 Jorge Chávez Dartnell, surgieron para atender a una población en crecimiento que demandaba educación para sus hijos.
En contraste, la margen izquierda de la avenida Túpac Amaru ha experimentado un desarrollo urbano planificado. Aquí, el crecimiento ha sido impulsado por urbanizaciones y cooperativas de vivienda. Tácunan Bonifacio señala que “los colegios privados, ubicados en su mayoría en la margen izquierda, han crecido en un entorno formal”. Este desarrollo ha permitido que instituciones como el colegio técnico Jesús Obrero se establezcan gracias a la iniciativa de Andrés Godin, quien identificó las necesidades educativas de la población migrante.
El acceso a Comas desde el centro de Lima es relativamente sencillo. Los residentes y visitantes pueden optar por buses o taxis que se dirigen al norte de la ciudad. La avenida Túpac Amaru es una de las principales vías de acceso, y el tiempo de viaje varía entre 40 minutos y una hora, dependiendo del tráfico. Alternativamente, el Metropolitano ofrece una opción de transporte rápido, con estaciones cercanas que facilitan el acceso al distrito.
Limita al norte, con el distrito de Carabayllo; al este, con el distrito de San Juan de Lurigancho; al sur, con el distrito de Independencia; y al oeste, con los distritos de Los Olivos y Puente Piedra.
Dentro de este contexto, distritos como San Juan de Lurigancho y San Juan de Miraflores siguen en la clasificación con percepciones de inseguridad del 94 % y 92.8%, respectivamente. A ellos se le siguen Comas, Independencia y Carabayllo, con cifras también alarmantes que superan el 90 %.
El origen del nombre “Comas” es un tema que ha suscitado diversas interpretaciones. Una teoría ampliamente aceptada conecta el término con la palabra quechua “omas”, que significa “agua”, en alusión a los oasis de neblina característicos de los valles limeños.

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