María Jara: “hay desesperación de entrar a la ATU porque vamos a otorgar nuevas rutas de transporte”

En medio de intentos por formalizar a los autos colectivos por parte de la Municipalidad de Lima y el Congreso, el Ejecutivo —a través del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC)— acaba de publicar un decreto supremo que modifica el reglamento de organización y funciones de la ATU para poder remover así a sus directivos por la causal de la “pérdida de confianza”. Debido a ello, María Jara responde y alza su voz de protesta.

—En menos de una semana intentan sacarla de su cargo. ¿Ha recibido alguna respuesta tras su pedido de reunirse con el premier, Alberto Otárola?

—No, hasta ahora (viernes) no he recibido ninguna respuesta formal del Ejecutivo.

—Usted ha señalado que el decreto con el que buscan removerla es una barbaridad jurídica, ¿cuál es su sustento?

—El decreto supremo lo único que hace es posibilitar el cambio a dedo de los miembros del Consejo Directivo de la ATU, incumpliendo pronunciamientos de Servir. Nosotros no hemos sido designados por confianza, sino de manera regulada, por lo que hay un procedimiento que se tiene que seguir si es que quieren removernos y esto claramente se está desnaturalizando. Se está dejando de lado el criterio técnico, la estabilidad y la institucionalidad para privilegiar la afinidad y tener un funcionario sumiso que le diga amén a todas las decisiones de los ministros.

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—¿Reconoce —como dicen sus críticos— que no ha habido avances concretos desde fines del 2018, cuando se crea la ATU?

—Mis críticos deberían informarse mejor, porque lo objetivo es que la ATU asume la integralidad de los servicios convencionales —taxis, mototaxis, corredores, Metropolitano— recién en setiembre del 2020, en plena pandemia. Desde esa fecha, nuestro trabajo fue asegurar el distanciamiento social y que el servicio no pare para que la gente siga trabajando. Olvidarnos que ha habido pandemia, crisis económica, inestabilidad política y retiro de la Policía por los eventos sociales es no mirar la realidad.

—¿Por eso no se han implementado todos los corredores?

—El tema es cómo vas a concesionar un servicio que está en crisis económica por un tiempo largo de inmovilización social y reducción de aforo. A quién se le ocurre que alguien va a invertir con una crisis y una deuda que no se puede pagar, tal como está el modelo de concesiones. El operador debe tener patios, trabajadores en planilla, flota vehicular propia. ¿Se imaginan el nivel de inversión? No podemos producir una licitación así; por eso, estamos trabajando con el MEF con las adendas.

—La ministra de Transportes, Paola Lazarte, ha señalado que el sistema de transporte de Lima se ha quedado en el papel.

—Nosotros hemos venido avanzando en soledad. Nosotros hemos sido cautelosos y prudentes en no hacer públicas situaciones como la implementación de un subsidio para el servicio de transporte que permita que los usuarios se beneficien al no subir las tarifas. Ese subsidio lo solicitamos en enero y dado que no hemos tenido respuesta en abril hemos tenido que enviar al MEF para que lo evalúe. Hemos tenido que coincidir con el Corredor Amarillo en la suspensión del servicio porque no tiene espalda financiera para esperar el resultado de las adendas y que se vayan corrigiendo y se vuelva a brindar el servicio. Las políticas públicas en el transporte no tienen medidas efectivas de corto plazo. Eso es un desconocimiento flagrante o una mentira monumental.

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—La ministra laboró en ATU, entiendo que sabe del tema.

—Sí, a ella se le confió la dirección de operaciones, la dirección de supervisión de proyectos y en la última etapa formó parte del equipo de asesores. Sabe cómo es el trabajo, francamente no comprendo sus declaraciones.

—¿Por qué cree que le han bajado el dedo?

—Creo que es por varias razones, porque siempre he defendido la autonomía de la ATU. Primero, hubo un intento de que el MTC asuma la competencia de la Línea 2 y 3 y les dijimos que no, por temas técnicos y legales. Segundo, se nos encargó comprar tarjetas para la implementación del tramo 1A de la Línea 2 del Metro (Santa Anita-Ate) y nosotros respondimos que no estaba ajustado a ley porque la ATU no es parte del contrato de concesión. No le dijimos que no lo vamos a hacer, sino que se corrija para hacerlo. Yo asumo que es por esta independencia y firmeza.

—Ahora se habla de una contrarreforma del transporte.

—Creo que estamos yendo a precarizar y atomizar el servicio de transporte, se está atentando al derecho de la movilidad de 11 millones de personas. En vez de privilegiar la macrotransportación, vamos por el auto colectivo, que es ilegal y que no está caracterizado por personas de buena fe que se recursean, sino por mafias que extorsionan, roban, matan y agreden a inspectores.

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—¿Qué nos iba a presentar ATU hasta octubre del 2024, fecha en que terminaba su gestión?

—Tenemos aprobado el plan regulador de rutas, con el que pasamos de 500 a 370 rutas. Desde octubre del 2022, tras la aprobación de una ley del Congreso, ya podemos otorgar autorizaciones por 5 años mediante un proceso transparente, participativo (…) Ahora todo eso está amenazado por la intromisión política, ahora cada ministro querrá poner a su presidente de ATU a dedo; entonces, realmente lograr esto con un decreto supremo por sobre una ley es hacer que el otorgamiento de nuevas rutas sea un botín, lo voy a decir en estos términos, porque no tiene otro nombre. ¿Si no, por qué el desespero de entrar a ATU ahora? ¿Por qué ahora todo el mundo confluye en esta genialidad? Porque vamos a otorgar nuevas rutas.

—A diferencia del primer intento de tomar la ATU, con el prófugo Juan Silva, donde hubo pronunciamientos de políticos, ¿siente que está hoy sola?

—No creo que sea coincidencia que no haya un pronunciamiento generalizado porque después de todo están valorando el retorno de los autos colectivos como algo formal. Además, siempre hay intereses políticos y económicos que involucran el movimiento de agendas.

—¿Algo que decirle a la presidenta Dina Boluarte?

—Tiene que marcar distancia con el exministro Juan Silva porque lo que está ocurriendo hoy es lo mismo que ocurrió cuando estaba él.