Plataformas educativas digitales: los retos y oportunidades que ofrecen

Por: Xavier Alvarado

La pandemia del coronavirus trajo medidas inesperadas, una de ellas fue empezar a estudiar desde casa. Muchas personas se vieron obligadas a estar a la par de la tecnología, pues las plataformas digitales educativas cobraron importancia. Sin embargo, el sector educación es complejo y presenta diferentes realidades.

En esta nota dos especialistas exponen sus puntos de vista sobre el funcionamiento de las plataformas digitales educativas, la brecha digital y la educación a distancia y presencial.

¿Qué es una plataforma digital educativa?

Para Olga Ramírez, docente y gerente de Tecnología de la Información en Isil, las plataformas educativas “permiten acercar la calidad educativa” a los alumnos a través de soluciones tecnológicas.

Nicolás Cabieses, CEO y fundador de la agencia Cluster, lo ve como una herramienta que permite la transmisión del conocimiento. “En el caso de los colegios, la educación a distancia es algo que no se ha vivido nunca”, puntualiza el también diseñador y programador. “Ningún colegio de Lima se imaginó que tuviera que tener a sus alumnos en casa y han tenido que en muy corto tiempo encontrar las herramientas que permitan continuar educando a los niños”.

La plataforma educativa ideal

Existen muchas plataformas educativas, ya sean gratuitas o de paga, pero ¿qué características hacen que una sea óptima?

Como docente de Isil, Ramírez recomienda en primer lugar optar por las que tengan cierto prestigio y “cierta cantidad de implementaciones a nivel mundial, o mejor aún, que tengan experiencia a nivel de Latinoamérica”. Así se hace más sencillo recoger las opiniones de otros usuarios al momento de evaluarlas.

Otras cualidades importantes que la profesional señala son que permita tres cosas: diseñar la materia, tener autonomía para colocar el contenido del curso y medir el logro de los objetivos de aprendizaje, es decir “lo que quieres lograr luego de terminado el curso”.

La gerente de TI también resalta otras características que los alumnos deben considerar, como ver que les ayude a distribuir su tiempo, que les permita saber las sesiones que llevarán durante el ciclo y los plazos de tiempo para sus presentaciones, y que genere su interés y participación.

Además subraya que una plataforma óptima debe permitirle a los alumnos realizar trabajos en grupos y al educador acceder a cada uno de ellos. Asimismo, debe ofrecer un espacio donde docente y alumno puedan conversar personalmente. Por último, que permita al educador hacer exámenes para medir el aprendizaje del alumno a distancia.

Por su parte, Cabieses repara que desde el frente tecnológico es fundamental que las plataformas cuenten con una experiencia de uso que le permitan al alumno estar conectado. Recalca que esta conexión no significa colocar solo ‘en línea’, sino en cómo hace la plataforma para mantener al estudiante atento y enfocado.

“Así como Facebook nos mantiene permanentemente conectados con su plataforma, tiene una serie de técnicas que hace que uno esté pendiente de lo que ocurre”, compara el jefe de la agencia desarrolladora de plataformas.

Como el CEO de Cluster explica, si se traslada el contenido del colegio a la pantalla sin ningún cambio probablemente el alumno se aburra. “Sería como poner una pizarra dentro de la pantalla, más el profesor hablando”.

En resumen, Nicolás considera que la mejor plataforma es la que combina el permitirle al profesor estar conectado con sus alumnos, y que el estudiante pueda seguir consumiendo contenidos del curso después de clases. “Como un repaso no solo de la clase, sino para complementar la información que el profesor durante esas dos horas no te ha podido compartir”, concluye.

Una amplia brecha digital

Cabieses tiene claro que los colegios públicos han asumido con mayor lentitud el proceso de digitalización. “Nadie se imaginó que hubiera sido necesario. Sobre todo por el tema de que mayormente la educación pública está asociada a que hay una larga brecha en la digitalización entre los alumnos de bajos recursos”.

“Si bien hoy la penetración del internet y el acceso a dispositivos móviles ya es bastante amplio en todo el Perú, igual conforme hay más índices de pobreza hay menor acceso a información, a planes de datos, a computadoras, tablets, celulares, etc”, afirma.

Por otro lado, Ramírez detalla que por el momento “son 24 millones de peruanos que pueden acceder a internet”. Sin embargo, “hay todavía un déficit de cantidad de antenas a incorporar a lo largo y ancho del Perú que son acciones que el Gobierno tiene que complementar”, opina.

Para ella es una necesidad a atender. “Seguimos viendo que hay desigualdades y todavía estos chicos no pueden acceder a una educación como debería ser”. Desigualdades que deben empezar a reducirse, pues considera que “la educación debe ser democratizada”.

Educación presencial vs. educación a distancia: ventajas y desventajas

En cuanto a colocar en una balanza el nuevo tipo de educación con la manera tradicional, Nicolás cree que es una desventaja muy fuerte la falta de interacción social física entre compañeros, la que cree necesaria e irremplazable para un alumno. Por el lado positivo, el experto en tecnología cree que “la construcción del núcleo familiar va a ser muy fuerte”. Además de otros puntos accesorios como el ahorro de dinero en pasajes y de tiempo en trasladarse.

Ramírez, por su parte, coincide con Cabieses sobre la importancia de la interacción social. Asimismo, sabe que los alumnos hoy quieren inmediatez, por lo que confiesa que si en la educación presencial se presenta algún problema está el docente para guiar. Caso contrario a la educación remota, donde si ocurre un desperfecto con la conexión “afecta definitivamente”. Como ventajas, señala la disposición de contenidos en formatos presenciales o remotos, las dinámicas de grupo y la interacción con el profesor en tiempo real.

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