Un lugar para el Perú

El anuncio de la construcción del Museo Nacional de Arqueología es una buena noticia para la cultura., La ministra de Cultura, Diana Álvarez-Calderón, ha iniciado el último tramo de su gestión con la presentación del proyecto del Museo Nacional de Arqueología (MUNA), que será el más grande y moderno del país. Se trata de una obra que el actual gobierno tenía en cartera desde hace unos tres años y cuya necesidad pocos discuten, pero que sufrió postergación al tener que dedicarse parte de sus fondos a la prevención del Fenómeno El Niño. Sin embargo, Cultura ya había llevado a cabo un concurso para el diseño del local del futuro museo, al cual se presentaron setenta proyectos y que fue ganado por la propuesta de la arquitecta Alexia León, que prevé un edificio de cinco niveles, parte de los cuales estará bajo la superficie, en un terreno ubicado en los alredores del santuario de Pachacámac, el mismo que será visto desde la terraza del museo. El proyecto, que contará con una inversión de 387 millones de soles, ya se encuentra en proceso de licitación y prevé estar listo en dos años y medio. La supervisión de la obra costará 40 millones de soles y la implementación de la propuesta museográfica, a cargo de la oficina de la Unesco en el Perú, cuenta con un presupuesto de 100 millones de soles. El MUNA estará destinado a mostrar y custodiar medio millón de piezas incas y preíncas que no pueden exhibirse por falta de lugar y contará con laboratorios y depósitos de última tecnología. Se han adelantado algunas objeciones al proyecto, como la que critica su proximidad al mar y su humedad. A ella responden sus impulsores, que en la actualidad hay modernas tecnologías que permiten impermeabilizar y proteger la estructura e instalaciones del museo. También se le objeta que ocasionará la desaparición de museos existentes, a lo cual responden que ninguno de ellos será clausurado. El actual Museo Nacional, inaugurado por el ex presidente García a fines de su primer gobierno y sede del M. de Cultura, será dedicado a exposiciones temporales. Finalmente, a la objeción mayor de que su construcción se inicie cuando el periodo del actual gobierno está próximo a finalizar, la ministra Álvarez Calderón responde que un proyecto de esta magnitud debe ser política de Estado y convertirse en tarea de varios gobiernos que han de asegurar su continuidad. “Es una gran inversión que busca proteger nuestro legado cultural”, en palabras de Juan Pablo de la Puente, viceministro del sector. Sería adecuado contar con el nuevo museo para los festejos del Bicentenario. El Perú ha sido sede de una cultura milenaria que merece contar con un museo que dé cuenta de este pasado. Recordando, sí, que los especialistas de hoy conciben los museos no como una suerte de mausoleos culturales sino como organismos vivos cuyo contenido se va renovando, sin buscar mostrarlo todo, pues de ese modo solo de consigue abrumar a los visitantes. El museo de hoy debe poder conciliar didactismo con belleza, funcionalidad con novedad, de modo que su contenido (las colecciones mostradas) se encuentre en armonía con el continente (el edificio, su arquitectura, sus volúmenes, iluminación, etc). Si todas estas condiciones se dan, no cabe duda de que las futuras generaciones de peruanos y extranjeros podrán extraer del nuevo museo aprendizaje y cultura. Ojalá sea así.

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