El joven biólogo Víctor Rubio trabaja en un mecanismo para detectar de una manera más rápida y barata esta enfermedad mortal. Para ello usa anticuerpos generados por alpacas.,A los cinco años, Víctor Rubio le escribía cartas a un científico de pelos parados, bata verde y de frases como "¡Bada bing, bada bang, bada bum!". El hombre era Beakman, el protagonista de un programa de televisión que hacía experimentos científicos y tenía como compañera a una enorme rata de laboratorio. Víctor lo veía todos los días, le escribía cartas y se las entregaba a su mamá para que las envíe hasta Estados Unidos. El niño no sabía que ese programa era grabado y que Beakman no recibiría aquellas cartas. Víctor Rubio Ascención, 27 años, biólogo, estudia ahora una maestría de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Cayetano Heredia. Insiste en que "El mundo de Beakman" era un gran programa, que los científicos no deberían usar batas fuera de los laboratorios, y que todos debemos dormir ocho horas diarias para cumplir el ciclo Circadiano (reloj biológico). Actualmente este joven investigador lidera un proyecto que –con la ayuda de alpacas– permitirá detectar con rapidez y a bajo costo la Hepatitis B, una enfermedad mortal que presenta un alto número de casos en regiones como Loreto, Cusco, Ayacucho, Huánuco y Pasco. El mal, generado por el virus VHB, ataca el hígado, y se transmite por la sangre y otros fluidos corporales. Es el que tiene más víctimas: el 10% de pacientes mueren una semana después de infectarse, asegura Rubio. En tanto, la mayoría de sobrevivientes detecta el mal cuando ya tiene problemas en el hígado. "El tratamiento no te cura, solo ralentiza el progreso de la enfermedad. Eventualmente se puede adquirir cirrosis, cáncer de hígado por los efectos secundarios del tratamiento", dice. La propuesta El proyecto denominado "Generación de Nanocuerpos contra Antígenos Mayores del virus de la Hepatitis B" presenta un mecanismo que busca un diagnóstico temprano de la enfermedad. Hace poco ocupó el segundo lugar –entre 70 postulantes– en el concurso internacional Bayer Young Community Innovators (BYCI). Para avanzar con esta innovadora propuesta, Víctor y su equipo de asesores trabajan con cinco alpacas criadas en la universidad. De estos camélidos obtendrán nanocuerpos –que son moléculas derivadas de anticuerpos especiales– cuyo pequeño tamaño y resistencia a las temperaturas extremas permitirá su uso en las zonas más alejadas del país. ¿De qué manera ayudarán estos nanocuerpos a la detección de la Hepatitis B? Los nanocuerpos tienen la capacidad de reconocer elementos extraños en el organismo. Por eso, Víctor plantea incorporarlos en varillas de diagnóstico tipo dipstick (similares a los test caseros de embarazo). Así, a través de un examen de sangre, estos test podrán identificar la presencia del virus de la Hepatitis B. Este instrumento podrá ser usado en zonas que no cuentan con personal especializado para detectar la Hepatitis B. Paso a paso Los anticuerpos son las proteínas que combaten los virus o bacterias que afectan al organismo. En el ser humano, la más común es la inmunoglobulina IgG, que tiene una región encargada de reconocer los cuerpos extraños y emitir señales de alerta. En los camélidos, son los nanocuerpos. Para tener un resultado, se debe colocar el suero en el dipstick (obtenido de la sangre que podría estar infectada), el cual subirá por la tira reactiva hasta entrar en contacto con los nanocuerpos pegados a un tinte. Si estos detectan un antígeno, arrastrarán el colorante y darán un resultado. La hepatitis es más común en zonas de bajos recursos, con un deficiente acceso a servicios de salud y vacunación. "Si se detecta de manera temprana la presencia del virus y sin que el hígado tenga un daño, la enfermedad no atacará con tanta fuerza y las secuelas tampoco serán fuertes", dice Víctor. Agrega que mientras la prueba convencional (técnica ELISA) cuesta 70 soles y los resultados se obtienen en más de dos días, la suya debería costar menos de 10 soles y durará media hora. Hoy el proyecto está en desarrollo. El prototipo final del dipstick podría estar listo para finales del 2017. Víctor Rubio seguirá con este proyecto hasta que se implemente. Sigue detrás de las preguntas que lo agobiaban desde niño (M.B).