El dron salvavidas ayuda a mantener una persona a flote mientras llega la ayuda humana. Se utilizan en playas de Europa y, más cerca, en Chile. En el Perú hay empresas que lo tienen y este verano ya estaría en alguna playa limeña. , El dron se eleva a nueve, diez metros del suelo en solo unos segundos y vuela, con un leve zumbido de moscardón, sobre las aguas de una playa de la Costa Verde. A unos cuarenta metros de la orilla, un bañista levanta los brazos, como si estuviera en problemas. El aparato llega con facilidad hasta donde está el hombre, se ubica por encima de él y lanza un salvavidas. PUEDES VER: Atentado en París: así luce la capital francesa un día después de los ataques | FOTOS El flotador, muy visible por su encendido color naranja, cae a poco menos de un metro de distancia del bañista en apuros y puede ser alcanzado con facilidad. Toda la operación toma menos de un minuto. "La idea es usarlo para mejorar la posibilidad de supervivencia de un bañista en peligro de ahogarse. El dron arroja el flotador para que la persona pueda mantenerse en la superficie mientras llega el salvavidas que lo llevará a la orilla", explica Miguel Chuquisengo, gerente de Aventura Drones, que en alianza con la empresa Helicamperú ha desarrollado un dron de este tipo para las playas peruanas. La máquina tiene un marco de fibra de carbono, seis hélices, un motor a batería con autonomía de vuelo de 20 minutos y está dotado de una cámara cenital que transmite imágenes al piloto que lo controla. Daniel Gárate, director de Helicamperu y experimentado piloto de drones, se encargó de construirlo. "Hoy, a diferencia de hace años, puedes comprar los componentes y armar el mejor modelo con las prestaciones que requieras", explica. El dron tiene una antena receptora que lo ayuda a manetenerse estable aunque existan vientos fuertes. Eso sucede mucho en el mar, pero este dron tiene un posicionador GPS que, cuando se lo deja en neutro, graba su última coordenada: si un viento fuerte lo saca de posición vuelve a su sitio automáticamente. Eso puede ser clave cuando se trate de un rescate en altamar. Drones en el extranjero En el verano pasado, cuatro bañistas murieron ahogados en las playas de Lima y más de 1,100 personas fueron salvadas de las aguas. El dron no rescata personas pero llega mucho más rápido hasta la víctima y lo ayuda a flotar hasta que lo saquen del mar. También puede realizar labores de vigilancia aérea y alertar sobre personas en peligro.Es una alternativa que no excluye sino que complementa el trabajo humano. Por eso, en otros países ya exploran esta alternativa. En Chile existe desde comienzos de año el Proyecto Perseo –impulsado por dos empresas privadas– que propone usar estos equipos como una primera ayuda al bañista y asistencia al equipo humano. Ha sido probado en varias playas chilenas y podrían usarse oficialmente el próximo verano. También están operando drones en cinco playas de Marbella, Asturias, Cantabria, Murcia y Málaga, en España. En este caso la empresa Vodafone ha trabajado en convenio con la Cruz Roja española. Allá, 400 personas se ahogan en promedio cada verano y se espera que, tras los resultados de este programa piloto, se usen muchos más drones en mayor número de playas españolas. En Estados Unidos también existe, desde enero, el proyecto Ryptide, un dron que puede trasladar hasta cuatro salvavidas. El aparato fue diseñado por estudiantes de la escuela King Low Heywood Thomas. El flotador se infla recién al contacto con el agua, lo que hace más ligero y rápido el traslado hasta el lugar del rescate. Realidad inminente Miguel Chuquisengo, de Aventura Drones, cuenta que en el Perú no todos los distritos costeros pueden comprar equipos de rescate porque son caros. "En otros países, tienen motos acuáticas, lanchas y botes a motor para rescates en playas de alta densidad.En California y Los Ángeles tienen hasta helicópteros desde donde se lanzan los salvavidas. En el Perú hay otra realidad y un dron salvavidas puede ser una alternativa económica y eficaz", dice. Los operadores del dron peruano han hecho varias demostraciones y es posible que este verano estén en las playas de algún distrito limeño. Tales aparatos aún no son usuales en las playas del mundo, pero la tendencia indica que lo serán. El tiempo que ganan al auxiliar a un bañista, al mantenerlo a flote, es la diferencia entre la vida y la muerte.