Esta técnica se implantará a cuatro pacientes menores de edad con diagnóstico de epilepsia refractaria de los hospitales de EsSalud, sin embargo el efecto tardará varios meses.,El Seguro Social de Salud (EsSalud) implantará a cuatro niños con diagnóstico de epilepsia refractaria en los hospitales Edgardo Rebagliati y Guillermo Almenara, dispositivos médicos, denominados estimulador vagal y electrodos de estimulador vagal. PUEDES VER: CAS: 9 mil trabajadores de EsSalud dejarán régimen Estimulador vagal o también llamado “estimulador del nervio vago” es una técnica paliativa que se emplea en aquellas epilepsias refractarias, que no han respondido a fármacos, en las que la cirugía no es posible o no ha habido respuesta tras la misma. Esta técnica consiste en la implantación subcutánea o subpectoral, a nivel subclavicular izquierdo de un dispositivo de aspecto similar a un marcapasos que, conectado con el nervio vago izquierdo a nivel cervical, envía estímulos intermitentes al sistema nervioso central, con el objeto de reducir los ataques de epilepsia. En las investigaciones se ha visto que su efecto no es inmediato, sino que tarda varios meses y los pacientes deben seguir tomando su medicación, aunque tengan implantado uno de estos dispositivos, además, este tratamiento da efecto tras varios meses y la eficacia máxima ocurre entre el primero y segundo año. El gerente del Hospital Nacional Guillermo Almenara, Luis Bromley Coloma, indicó que los pacientes pediátricos que están haciendo resistencia a los fármacos serán intervenidos con estos dispositivos. Además, manifestó que, según indican las guías clínicas internacionales, esto contribuirá en la mejora de la calidad de vida de los pacientes con epilepsia refractaria. También, mencionó que antes de la intervención quirúrgica los pacientes serán evaluados minuciosamente. Por su lado, el encargado del Servicio de Neuropediatría del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati, David Huanca, aseguró que esta técnica quirúrgica ayuda a pacientes con epilepsia refractaria a tener una mejor calidad de vida, según importantes evidencias científicas. Dichas guías clínicas establecen como primer paso de la enfermedad, el suministro de medicinas, posteriormente cirugías y, como última opción, la implantación de este dispositivo como un tratamiento paliativo.