Santos propone, a través de esto, forjar la República de Democracia Total.,El Plan de Gobierno de Gregorio santos dice, textual, lo siguiente sobre estos dos puntos controversiales: Soberanía para fortalecer al Estado Nacional Soberanía integral para fortalecer al Estado Nacional Sin soberanía integral no hay Estado Nacional Independiente. Esto implica revertir radicalmente el entreguismo desaforado de los nuevos pregoneros neoliberales y derrotar la perversa doctrina del «perro del hortelano» y sus variantes de similar contenido apátrida. Para ello, hay que defender la soberanía territorial frente a toda pretensión expansionista, en particular el Mar de Grau. Pero, sobre todo, hay que recuperar la propiedad de nuestros recursos naturales no renovables y el control nacional efectivo de las actividades estratégicas y de interés nacional. Merecen atención particular los puertos de todo tipo y la infraestructura básica del desarrollo. También se debe contar con una línea aérea de bandera, una flota mercante nacional y una red ferroviaria que cubra el territorio nacional. Debemos superar el modelo primario-exportador que nos aleja de la economía y tecnología modernas. Propender hacia la soberanía alimentaria, hídrica y energética. Superar la carencia de una renta estratégica. Nueva Constitución para forjar la República de Democracia Total Las profundas transformaciones que requiere la «peruanización» del Perú tienen como «camisa de fuerza» la actual República Plutocrática de Democracia Parcial y su Estado Oligárquico NeoColonial, monocultural y elitista. Actúa como «jaula de hierro» del continuismo neoliberal corrupto la Constitución Fujimorista de 1993, a todas luces apócrifa y delincuencial. Ha devenido en la densa trama legal que convalida el modelo neoliberal de crecimiento concentrador, excluyente, depredador, estructuralmente heterogéneo y desnacionalizante. Para hacer posible la Transformación Nacional en Democracia Directa se hace ineludible forjar desde ahora mismo el poder constituyente del pueblo soberano y de los movimientos sociales, populares y ciudadanos, forjado por el movimiento popular en el ejercicio de la democracia directa, que emana del principio que el poder emana del pueblo. El sujeto histórico de la Transformación Nacional en Democracia Directa es todo el pueblo, constituido como bloque nacional popular en construcción, en cuya vanguardia tiene un lugar la admirable capacidad de resistencia de los pueblos amazónicos y, en general, nuestros pueblos originarios.