¿Por qué Vizcarra lo nombró y qué riesgos enfrentaría?,Estaba cantado desde mucho antes de la caída de Pedro Pablo Kuczynski que, si Martín Vizcarra lo reemplazaba, el nuevo premier sería César Villanueva, por lo que su designación no debiera sorprender a nadie. Primero, porque es obvio que Villanueva fue el operador político de Vizcarra en las negociaciones y coordinaciones con Fuerza Popular, el Apra y las izquierdas con miras a la vacancia de Kuczynski, llegando, incluso, a ser designado como el vocero del esfuerzo para destituir a PPK. Segundo, porque gracias a ello, Villanueva tendrá —al comienzo, al menos— buenas relaciones con el resto de fuerzas políticas. De hecho, la reacciones de congresistas como Mauricio Mulder y Luis Galarreta a su designación dejan entrever que esta fue conversada con el fujiaprismo. Villanueva proviene de la bancada de APP, por lo que, más allá del saludo de su presidente César Acuña a su designación y de “autorizar a su militante a ser parte del Ejecutivo”, este partido deberá definir qué relación tendrá con el nuevo gobierno. Tercero, por el estilo dialogante y el cuidado de las formas de Villanueva, lo que ayudará a tender puentes con otros partidos. El nuevo premier es, lo que se dice, todo un caballero. Cuarto, porque Villanueva coincide con Vizcarra en enfoques y puntos de vista sobre la relevancia del espacio regional en la toma de decisiones del Estado. Ambos comparten un visión descentralizadora con miradas modernas y profesionales, e interactuaron en la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, uno como responsable de Moquegua y el otro de San Martín, y los dos con gestiones exitosas y honestas. Quinto, porque al haber sido un protagonista de la vacancia de PPK, con una actitud muy crítica hacia él, Villanueva es útil para el empeño del presidente Vizcarra de marcar distancia del gobierno de Kuczynski. Sexto, porque Villanueva tiene experiencia administrativa en el Estado, tanto como gobernador de San Martín en dos períodos (2007-2013) como premier del gobierno de Ollanta Humala en el breve lapso entre octubre 2013 y febrero 2014. Sin embargo, su salida del cargo por un incidente con la primera dama Nadine Heredia debido a una discrepancia sobre el sueldo mínimo, dejó la sensación de ingenuidad y de escasa capacidad de manejo político en el plano nacional, algo que ojalá haya mejorado en los últimos años, pues, más allá de los hurras que hoy se oyen en el congreso, pronto será evidente que necesitará mucho ñeque para desempeñarse al frente al gabinete.