El discurso de manual de autoayuda vende. El populismo vende. Pero la realidad peruana es más compleja que eso.,Contar con una tribuna en los medios de comunicación, poder ser leída y escuchada por muchos es, sin duda, un gran privilegio que muchas no tienen. La señora Inés Temple no sólo goza de ese privilegio, sino que lo desperdicia. Para ella, los problemas de género se dan “gracias a dios”, en un solo sector. Por si no la conocen, Temple trabaja en asuntos de responsabilidad social y acaba de ser entrevistada en un medio de comunicación que la presenta como “experta en temas de empleabilidad laboral”. Una pena -después de haber revisado su trayectoria- descubrir que entre sus respuestas busca pormenorizar la desigualdad de género y, en todo caso, quiere hacer creer que la violencia y otras consecuencias del machismo son parte de la victimización de las mujeres. Les cito una de sus ideas: “No podemos pensar en el mundo como lo veíamos hace dos generaciones, el machismo, las mujeres tienen la desventaja, pobrecitas... No somos víctimas de nada. Hoy una mujer educada, si es ambiciosa, va a salir adelante…”. Tenemos que dejar de engañarnos con el cuento de: “Si lo quieres, lo puedes”, “Todos podemos ser emprendedores”, “Si yo lo hice, tú también”. Basta. No es así, al menos no para quienes vivimos la realidad y dejamos de lado los libros de Coelho, Chopra y Osho. El discurso de manual de autoayuda vende. El populismo vende. Pero la realidad peruana es más compleja que eso. Para empezar, ¿a qué se refiere con mujeres educadas en nuestro país, señora Temple? ¿Está hablando de las más de 11 mil niñas que se convirtieron en madres entre los años 2011 y 2016? ¿Niñas entre 11 a 15 años -ojo, de diferentes estratos sociales- que tuvieron que dejar el colegio o retrasarse para cuidar de sus bebes? No sé si esté al tanto pero, según el Instituto Nacional de Estadística (INEI), en el 2015 sólo el 16% de mujeres mayores de 15 años accedían a la educación universitaria en el Perú. Esto no ha cambiado mucho en menos de tres años. ¿Qué se supone que les digamos a estas jóvenes? ¿Qué “gracias a Dios son solo un sector”, como usted menciona en su entrevista? Peor aún, Temple cree que el “tema de género” es una cosa de pobres, mas no de la gente educada que conforma el “mundo profesional moderno del Perú”. ¿Acaso cree que las violaciones, la violencia, el abuso, son exclusivas de las mujeres sin educación? De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja. En nuestro país la cosa es peor: En el 2016, el 68.2% de mujeres en el Perú sufrieron violencia física, sexual o psicológica por parte de sus parejas (INEI 2017). Y no, no todas ellas viven en situación de escasez. Ojalá recordemos estos números siempre, no sólo por el Día Internacional de la Mujer. Ojalá entendamos nuestros privilegios, los cuestionemos y nos pongamos al lado de esa mayoría que vive luchando por sus derechos. Ojalá luchemos también y empecemos a mirar más allá de nuestras propias narices.