FP pasó de 73 a 59 en año y medio. ¿Cuántos más se irán?,La renuncia del congresista Luis Yika García a la bancada de Fuerza Popular (FP) significa un nuevo golpe a la jefatura de Keiko Fujimori, quien no para de debilitarse políticamente por la confluencia de varias adversidades antes las cuales ella y el cogollo de su partido no paran de demostrar una gran impericia. Con la partida de Yika FP pasa de haber tenido 73 congresistas al inicio del lustro político, a tener 59, un número que debe ‘netearse’ para efectos prácticos de votaciones clave como la intención de vacar al presidente Pedro Pablo Kuczynski. En dicho caso, FP se reduciría a 58 porque el congresista iqueño José Luis Elías Ávalos ha señalado que no abandona el partido pero que no votaría por la vacancia de PPK así se lo ordenara la dirección de su agrupación. Sin embargo, el número de integrantes de FP regresa a 59 si se le suma a Yeni Vilcatoma, quien llegó al congreso con ese partido y al poco tiempo fue expulsada por su comportamiento errático y desconcertante seguramente hasta para ella misma, pero que luego volvió a la bancada naranja aunque ya no de manera oficial sino como un topo político, y a quien ahora le encargan misiones especiales como incursionar como mujer bomba para dinamitar la presidencia de PPK. Es justamente el intento de vacar a Kuczynski un riesgo importante que enfrenta el liderazgo de Keiko Fujimori, pues ya le han advertido desde el sector ‘avenger’ de su hermano que, si insiste en ese propósito, perderá más congresistas pues bastará una llamada de su padre –cuya libertad depende de la permanencia de PPK en la presidencia– para que FP pierda más miembros. Y mientras el desconcierto por el éxodo continúa en FP, los problemas se siguen acumulando, siendo el más peligroso para la estabilidad política y personal de Keiko Fujimori, su involucramiento en el financiamiento indebido de sus campañas electorales por parte de Odebrecht. Una expresión de dicho desconcierto es la respuesta tan absurda ante el testimonio de Jorge Barata de que Keiko Fujimori es inocente solo porque el dinero no se lo pusieron en sus manos sino en los de gente como Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya. Ahora que se anuncia que sí existen pruebas de la entrega del dinero, ¿se inmolarán ambos por su jefa? Lo que está ocurriendo en FP constituye una expresión de un escaso liderazgo en todo sentido de Keiko Fujimori, quien, si aspira a gobernar el país, antes debería aprender a liderar su partido, así como de la mediocridad y la sobonería tan penosa con la que se ha rodeado.