Sobre la ley del esclavo juvenil de Fuerza Popular.,Un problema que le impide a Keiko Fujimori una mejor acción política, como señaló ayer este espacio, es la mediocridad de su bancada, especialmente de su equipo de élite ‘la mototaxi’, y eso lo ratificó ayer la congresista Rosa Bartra cuando, ante la falta de argumentos, recurrió al agravio preferido de FP: acusar de terroristas a quienes discrepan de ellos. Bartra fue la autora del proyecto de un nuevo régimen formativo que permite que las empresas contraten practicantes de carreras técnicas e institutos a través de la modalidad de “experiencia formativa en situaciones reales” sin estar obligadas al pago de la subvención económica. Hay consenso en que es una norma incorrecta, y no lo dicen en la GCTP sino laboralistas como Jorge Toyama, quien cree que “el Poder Ejecutivo debería observar esta autógrafa de ley ya que es inconstitucional”, pues se crea un régimen de practicantes gratis y se discrimina frente a otras modalidades formativas. Más allá de que la iniciativa provenga de alguien que posee una actividad que se beneficiaría directamente de la misma y que ha participado en el diseño de los planes de gobierno sobre educación de FP, y que ha estado en la nómina de los fujimoristas que PPK le ha tenido que conseguir un sitio en el sector público, lo que no es poco, el problema es la inconstitucionalidad. La portada de La República de ayer fue ‘Fujimorismo aprueba ley del esclavo juvenil’. Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con dicho titular, pero es una forma de reflejar un régimen de mano de obra gratis. Con lo que no se puede estar de acuerdo es con que Bartra diga “me parece un titular terrorista, absolutamente falso, tendencioso, calumnioso (…) un nivel de desinformación que llega a lindar con el terrorismo, definitivamente”. Es lo que suelen hacer Bartra o Carlos Tubino, entre otros que sienten que ‘terruquear’ es una forma de ganar un debate, cuando solo es una estrategia despreciable. ¿Sabe esta señora que el terrorismo es un delito? Quienes usan el ‘terruqueo’ como forma de ‘ganar’ un debate exhiben mediocridad intelectual y bajeza, algo que se ha convertido en un patrón de la participación política de FP. Quizá sea la misma mediocridad y bajeza que prima en general en el congreso, pero que se ve peor en FP por el gran tamaño que aún tiene esta bancada, así como por el fanatismo por Keiko Fujimori que muestran algunos de sis miembros, a pesar de lo cual los colocan al frente de comisiones clave como la de lava jato.