Son los museos de sitio los que tienen un éxito particular porque su recorrido no exige demasiado tiempo y se saben integrar a un determinado sitio turístico.,Los museos son un espacio fundamental para el ocio cultural. También son un espejo social cuyo atractivo radica en su contenedor y su contenido. Hay museos templo, otros que funcionan como máquina cultural, museosde colecciones particulares y hasta museos-reclamo. Todos tienen sus propias características y atractivos. Pero son los museos de sitio los que tienen un éxito particular porque su recorrido no exige demasiado tiempo y se saben integrar a un determinado sitio turístico. Son mis favoritos. Ahora que el museo de sitio de Pachacámac está de aniversario con anuncios de nuevos hallazgos arqueológicos y su atractivo circuito en bicicleta de montaña, es bueno recordar otros establecimientos similares que merecen una promoción adecuada. El museo de sitio de Huaca Rajada, en Sipán, exhibe las tumbas descubiertas luego de los espectaculares hallazgos que se exhiben en el Museo de las Tumbas Reales de Sipán, en Lambayeque. Muy cerca está el de Túcume, destacado internacionalmente por su contenedor y por su contenido, e instalado como puerta de ingreso al enigmático circuito del “Valle de las Pirámides”. Resalta además el cercano museo de sitio de Chotuna-Chornancap, inspirado en un palacio moche. Otro al que guardo especial cariño es al museo de sitio de Leymebamba (en el circuito Chachapoyas), cuyo entorno paisajístico y su aporte arquitectónico -típico y acogedor- forma parte de su atractivo turístico. Ni qué decir del Museo de los Santuarios de Altura, en Arequipa, donde se exhibe la célebre Dama del Ampato, “Juanita”. Pero hay un detalle un poco descuidado: la tienda. Básico para recaudar fondos propios e integrar al vecindario en los beneficios de vender sus artesanías. Me gustan los de Túcume y Pachacámac pero siempre será necesario renovar su oferta y sus precios para garantizar el recuerdo obligado y el retorno de los visitantes.