Sobre la creciente debilidad de la presidencia de PPK.,La debilidad creciente de la presidencia de Pedro Pablo Kuczynski lleva a pensar que sería una sorpresa que siguiera en el cargo a fin de año. Un relevo presidencial antes del plazo establecido en la constitución implica una perturbación grave en la trayectoria política y económica del país, lo cual es cierto en el Perú y en casi cualquier sitio con excepción de las democracias parlamentarias que están mejor preparadas para procesar los cortos circuitos políticos. Lo mejor sería, por ello, que los meses siguientes produjeran un fortalecimiento de la presidencia de PPK como consecuencia de una mejora en el desempeño del gobierno y de un planteamiento político distinto y más efectivo ante la oposición fujimorista. Hay, sin embargo, un factor exógeno al gobierno que lo puede poner otra vez en jaque: nuevas revelaciones sobre eventuales vinculaciones indebidas del presidente PPK. Por los problemas en lo que va del gobierno, desde la falta de una estrategia política mínima; hasta la pérdida de credibilidad por las denuncias sobre Westfield y First Capital, así como por la manera de otorgar el indulto a Alberto Fujimori, la posición política de PPK se ha debilitado mucho. Eso implica pérdida de respaldo o mayor antagonismo con sectores clave para su estabilidad política. En el Congreso, por ejemplo, hay ahora unos cien parlamentarios o más que pasarían fácilmente al cuestionamiento de fondo a PPK ante nuevas denuncias sobre su trayectoria, por ligeras que estas sean. A su vez, la aprobación de la opinión pública al presidente volvió a caer tras la pequeña alza por el indulto, pudiéndose prever que será difícil que PPK se vuelva popular este año. Así, sería un presidente débil que se mantendría en el cargo mientras lo quiera la oposición fujimorista. Si el escenario se pone más negativo para él, quizá requiera este año otro relevo ministerial con alguien en el premierato que le ofrezca al gobierno la credibilidad que le esté faltando, acaso con la fórmula ya conocida del ‘pasito al costado’. Pero el paso que le pidan a PPK podría ser aún mayor si surge otra denuncia. Entonces, lo más probable sería que ya no encontrara votos salvadores en el congreso, ni otro a quien indultar como comodín político. Y a diferencia del escenario previo al del indulto sin vacancia, entonces quizá el relevo por el embajador en Ottawa y VP Martín Vizcarra ya no sería visto tan traumático como a inicios de diciembre. Ahora, el muchacho provinciano espera desde lejos, por si acaso.