.“Presidente Kuczynski: usted se equivocó al hincar la rodilla frente a la mayoría congresal fujimorista. Al entregarles la cabeza del ministro Saavedra para lograr una ilusión de estabilidad, lo único que logra –para decirlo con verdad aunque sin elegancia– es convertir su gobierno en una piñata y su poder en un salame. Antes que le corten el primer pedazo, en unos pocos días, debe ver que la etiqueta de dicho embutido dice ‘Vacancia’. Y ese es, me temo, el cadalso político al que usted ha empezado a caminar” (Gustavo Gorriti en Caretas, 15/12/16). • “En el Perú la corrupción es un mal atávico. Pero en los últimos años se ha intensificado y ‘democratizado’, pues ahora ya no está restringida únicamente a los poderosos. El mal ejemplo ha cundido (…) Podemos decir que estamos tocando fondo, pues ningún otro país de América Latina tiene a tantos presidentes envueltos en procesos legales: uno condenado, uno en prisión preventiva, uno prófugo y dos bajo investigación fiscal. Pero la vigencia del fujimorismo pone en cuestión cualquier optimismo, por moderado que sea” (Gonzalo Portocarrero en El Comercio, 20/12/17). • “Paradojas de la vida y hecho lamentable: los fujimoristas, de artífices de la más grande corrupción institucionalizada del siglo XX, se yerguen ahora como moralizadores” (Diego García-Sayán en La República, 21/12/17). • “(¿Por qué no se le indultó luego a Fujimori?) ¿Y qué pasaba si moría?” (Ministro de Justicia, Enrique Mendoza, en Gestión, 27/12/17). • “Creo que buena parte de las fuerzas democráticas hubiera aceptado que Alberto Fujimori pase a un régimen de arresto domiciliario luego de una petición clara e inequívoca por parte de este de perdón a sus víctimas y a la sociedad. Hubiera habido discrepancias, sin duda, pero un porcentaje importante de personas hubiera aceptado esa solución, aplicable además a muchos otros presos de edad avanzada (…) En lugar de eso, PPK perpetró el indulto sin limitaciones, el manejo deshonesto y semiclandestino del proceso previo y el engaño a quienes fueron por lo menos igualmente decisivos en salvarlo” (Gustavo Gorriti en Caretas, 28/12/17). • “Las vilezas forman parte por desgracia de la vida política en casi todas las naciones, pero no creo que haya muchos casos en los que un mandatario perpetre tantas a la vez y en tan poco tiempo (…) Quienes en las últimas elecciones presidenciales votamos por Kuczynski creyéndole que en su mandato no habría indulto para el dictador que asoló el Perú, cometiendo crímenes terribles contra los derechos humanos y robando a mansalva, hemos contribuido sin saberlo ni quererlo a llevar otra vez al poder a Fujimori y a sus huestes. Porque, no nos engañemos, el fujimorismo tiene ahora, gracias a Kuczynski, no solo el control del Parlamento, (…) controla también el Ejecutivo, pues Kuczynski, con su pacto secreto, se ha convertido en su cómplice y rehén (…) La traición de Kuczynski permitirá que el fujimorismo se convierta en el verdadero Gobierno del país y haga de nuevo de las suyas (…) En su discurso exculpatorio Kuczynski llamó ‘errores y excesos’ a los asesinatos colectivos, torturas y desapariciones cometidos por Fujimori. Y este le dio inmediatamente la razón pidiendo perdón a aquellos peruanos que, sin quererlo, ‘había decepcionado’. Solo faltó que se dieran un abrazo (…) ¿Imaginó Kuczynski que el indulto iba a incendiar el Perú? (…) Yo nunca hubiera imaginado que tras la figura bonachona de ese tecnócrata benigno que parecía Kuczynski, se ocultara un pequeño Maquiavelo ducho en intrigas, duplicidades y mentiras. La última vez que nos vimos, en Madrid, le dije: ‘Ojalá no pases a la historia como el presidente que amnistió a un asesino y un ladrón’. Él no ha asesinado a nadie todavía y no lo creo capaz de robar, pero, estoy seguro, si llega a infiltrarse en la historia será solo por la infame credencial de haber traicionado a los millones de compatriotas que lo llevamos a la Presidencia” (Mario Vargas Llosa en El País /La República, 31/12/17). • “De una lucha palaciega por la vacancia en la escena política se ha pasado a una lucha en las calles que no se detendrá en el indulto” (Nelson Manrique en La República, 2/1/18).