El riesgo creciente de la vacancia del presidente PPK.,El riesgo de la vacancia del presidente Pedro Pablo Kuczynski –debatido en la edición de esta semana del programa Tr3s D de La República TV– es creciente, y una expresión anecdótica pero relevante de la intención de Fuerza Popular de hacerlo es la designación de la congresista Karina Beteta para elaborar y sustentar el informe de las denuncias presentadas contra el fiscal de la nación por su colega de bancada Daniel Salaverry y ese topo fujimorista que es Yeni Vilcatoma. Los indicios recientes que apuntan en la dirección de la vacancia son bastante sólidos y se suman a lo que FP ha hecho en el año y medio que ha pasado desde que Keiko Fujimori perdió la elección, en una tendencia que camina hacia el debilitamiento de la presidencia de PPK, obstaculizando su gestión y mellando su reputación y legitimidad ante la opinión pública. El gobierno de PPK, por su parte, con partida de nacimiento frágil por lo pequeña y desorganizada que es su bancada parlamentaria, se esfuerza cada día que pasa por demostrar cuán frágil es, y se abre flancos por las debilidades de gestión en asuntos clave. Lo peor es que el gobierno no proyecta vocación de aplicar una estrategia política ante el tren desestabilizador que es la bancada de FP y que tiene, con frecuencia, al Apra de locomotora y a Mauricio Mulder de maquinista. Parece, incluso, que PPK hace la siesta en los rieles de ese tren. Pero lo crucial para FP es identificar el pretexto para el embate y este parece haberlo encontrado en las implicancias de los testimonios de los ejecutivos de las constructoras brasileras sobre vinculaciones con PPK. El presidente las ha negado, pero bastará la simple sospecha para que FP use lo que quiera, cuando quiera, para el empujón, lo cual depende –pues no es fácil bajarse a un gobierno– de que sea muy impopular y del control de entidades como la fiscalía. Para una oposición acostumbrada a amenazar, el negar el interés de FP por la vacancia solo confirma la intención, que es lo que han hecho Úrsula Letona (“a nadie en el Perú le conviene que PPK no termine su mandato”), Rosa Bartra (“no se pretende lesionar la figura presidencial”) y José Chlimper con la negación de que promoverán una vacancia ‘política’. En ese contexto, poner a una congresista tan limitada y servil al dictado político de su jefa, como Karina Beteta, como ponente de una acusación tan importante como la del fiscal de la nación, constituye una provocación y una expresión de que FP está dispuesta a todo y que ya perdió la vergüenza, pues eso es como darle una Kaláshnikov a ya saben quién.