Otro mamarracho aprobado por este Congreso penoso.,El Congreso sigue queriendo mejorar su reputación pero manteniendo invicta su capacidad de errar, como acaba de volver a demostrarlo al aprobar, por amplia mayoría, un proyecto que expropia el derecho de la gente a elegir a quien quiera. El proyecto establece la prohibición de manera permanente a postular a cargos de elección popular a las personas que hayan sido condenadas con sentencia firme por delitos de terrorismo, apología al terrorismo, tráfico ilícito de drogas, violación de la libertad sexual, corrupción de funcionarios, peculado y corrupción. El impedimento se aplica aun cuando la persona hubiera sido rehabilitada, pero no a los indultados. Suena bien a primera vista para satisfacer a la gente, pero una mirada más profunda lleva a concluir que estamos ante otro mamarracho del congreso que se aprobó con 77 votos, tres en contra y cuatro abstenciones. La iniciativa es del fujimorista Héctor Becerril, lo que debería llevar a sospechar sobre su inconveniencia por su apuesta indesmayable por el desatino, pero todo se debe analizar. La propuesta inicial de Becerril fue que el impedimento a postular solo alcance a los sentenciados por terrorismo y por apología del terrorismo. Pero luego, a iniciativa de Alianza para el Progreso, se amplió la prohibición a los condenados por los otros delitos mencionados. Se puede –y debe– establecer restricciones para que determinados sentenciados ocupen algunos puestos en el sector público. Por ejemplo, que un condenado por violación de menores o por terrorismo sea profesor de niños, o que uno por corrupción trabaje en el Estado. Pero lo que no se debe impedir, porque es antidemocrático, es que alguien que ya cumplió su sentencia pueda postular a un cargo de elección popular porque en ese caso es el ciudadano el que tomará la decisión. Con el criterio absurdo aprobado anteanoche en el congreso, Nelson Mandela, José Mujica o Dilma Rousseff no habrían podido postular a la presidencia de Sudáfrica, Uruguay y Brasil. O Yehude Simon al Congreso. Dice la fujimorista Úrsula Letona que el proyecto se justifica pues “el país necesita mejores candidatos y mejores autoridades”. Si así fuera, debiera preocuparse por no llevar en sus listas a gente como Yesenia Ponce, Karina Beteta, Bienvenido Ramírez o Maritza García, por solo citar a cuatro que hacen parecer a la bancada de FP como armada en un desagüe. Pero ni eso debiera expropiarle al ciudadano el derecho a elegir como quiera, a quien quiera.