Su presidenta Rosa Bartra solo quiere blindar a Keiko.,El papelón protagonizado por la congresista Rosa Bartra ha desnudado no solo su parcialidad al frente de la comisión Lava Jato sino, también, la inutilidad de este grupo de trabajo que ha demostrado estar más interesado en blindar a los líderes políticos de sus miembros, que en buscar la verdad para ayudar a la justicia. Bartra empezó su papelón cuando, a pesar de la información revelada que debe ser investigada y que, obviamente, justificaría una invitación, dijo que todavía no hay elementos para citar a Keiko Fujimori y Alan García a la comisión que preside porque los temas que están investigando no involucran a ninguno de los dos. Tan patética fue su declaración que hasta los propios apristas le hicieron ver su error, empezando por el ex presidente García, quien pidió que lo citen para exponer su respuesta ante las versiones aparecidas. Entonces, la presidenta de la comisión Lava Jato empezó a enredarse y reculó para decir que ahora sí hay motivo para citar a García por las revelaciones de sobornos pagados a funcionarios del proyecto del metro. Pero la todo menos imparcial congresista Bartra agregó que, en el caso de la presidenta de Fuerza Popular, su partido, y a pesar de la ya famosa anotación de Marcelo Odebrecht “aumentar Keiko para 500 e eu fazer visita”, la citación todavía no era oportuna. La fe ciega de Bartra en su jefa es tan grande que hasta pone likes a las respuestas en Facebook de Keiko Fujimori sobre las acusaciones Lava Jato. Como reportó ayer Gestión, salvo el fujimorismo, el resto de la comisión Lava Jato cree conveniente convocar a Keiko Fujimori. Víctor Andrés García Belaunde, unos de sus miembros, comentó que “por menos cosas hemos citado a gente”. Es cierto. Esta comisión cita a cuanta persona se le ocurra, incluyendo al presidente Pedro Pablo Kuczynski y al ex presidente Ollanta Humala, además de gente sin vinculación con la corrupción de Lava Jato, porque lo cierto es que este grupo de trabajo parlamentario ha demostrado que su compromiso no es con la verdad ni con la lucha anticorrupción sino con el blindaje y protección a los líderes de sus partidos, llegando –en ese propósito– hasta a interferir con otras entidades como la fiscalía. La congresista Rosa Bartra ha demostrado una parcialidad con su jefa Keiko Fujimori que no se condice con la ética que debería tener la presidenta de una comisión que, en realidad, debería ser disuelta pues constituye una vergüenza para el país debido a que solo sirve para el enjuague.