César Romero, de La República, es blanco de agravios después de revelar que un banco vinculado a Lava Jato pagó a García Pérez US$100 mil por dos conferencias. ,La denuncia que La República publicó este viernes sobre Alan García y el depósito que recibió como pago por dos conferencias de parte de un banco vinculado al escándalo de corrupción de Lava Jato, ha tocado una fibra del expresidente y sus seguidores. El periodista César Romero, autor de la publicación, viene recibiendo todo tipo de agravios en sus redes sociales de parte de conocidos “trolls” que buscan desprestigiar la investigación. Pero los insultos han ido más allá, llegando a la familia del hombre de prensa. PUEDES VER: Dinero sucio del Metro llegó a banco que pagó conferencias a Alan García La cadena de comentarios contra Romero apunta a un supuesto pago que el empresario Rodolfo Orellana le hizo, y las cuales supuestamente su esposa cobró. En ningún archivo figura una prueba que sustente esta acusación. Es más, el procesado por liderar una organización criminal querelló al periodista de La República por denunciar en su momento los delitos que este cometió. Orellana ejecutó, como era su práctica, una campaña de desprestigio utilizando su revista contra quienes revelaban sus actos ilegales. Lo único que recibí de Rodolfo Orellana es una querella por reportar sus múltiples delitos y su revista siempre me calumnio. — César Romero C (@CesarRomeroC) 22 de septiembre de 2017 Las muestras de solidaridad tampoco se han hecho esperar ante estos insultos que lo único que muestran es la desesperación por apagar una investigación bien fundamentada. César Romero, por su parte, manifiesta que se siente más fortalecido para seguir trabajando. Disculpen, todos. En estos años nunca respondí insultos. Hoy, al tocar a mi familia sentí que debía responder. Por ellos, seguiré trabajando — César Romero C (@CesarRomeroC) 23 de septiembre de 2017 Pago por conferencias La investigación que publica La República revela la transferencia que Jorge Cuba realizó del Banco Privado de Andorra al Banque de Suisse Italienne (BSI). Esta operación se ejecutó por el soborno que Odebrecht pagó al exfuncionario de la gestión aprista por el Metro de Lima. El BSI es propiedad del BTG Pactual -cuyo dueño es investigado por corrupción en Brasil- entidad bancaria que pagó US$100 mil a Alan García por dos conferencias.