Sin una estrategia política, el gobierno de PPK acabará mal.,El gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski va a acabar muy mal si persiste en el esfuerzo ingenuo de enfrentar con ‘buena onda’ el embate para ponerlo contra las cuerdas que ha puesto en marcha un sector de la oposición. El diálogo que suele plantear PPK es, sin duda, positivo pues convoca e invita al esfuerzo colectivo, pero resulta exiguo y hasta contraproducente si su vocación por la apertura camina sin una estrategia política y solo, como hasta ahora, con una política de comunicación que no pasa de las campañas de marketing, las cuales son necesarias pero, obviamente, insuficientes para gobernar un país en circunstancia compleja como esta. Una estrategia para responder al embate que parece, por la coincidencia de ideas y oportunidades, sospechosamente articulada entre un combo amplio que comprende a políticos, medios y entidades religiosas. Lo más saltante de estos días es esta insólita alianza táctica de Fuerza Popular con el Movadef –es decir, con Sendero Luminoso– que se ha desnudado por la propia torpeza y desfachatez de sus operadores fujimoristas, desde la congresista Yesenia Ponce hasta Héctor Becerril. Becerril constituye una de las expresiones más penosas que ha parido la política peruana reciente, tanto en fondo como en forma, pero es evidente que su comportamiento retorcido responde a una estrategia política de su partido que es avalada, en los hechos, desde Keiko Fujimori, su equipo asesor y la élite ‘Mototaxi’. En ese esfuerzo está la complicidad del Apra operada por un irreconocible Mauricio Mulder en línea con las necesidades y urgencias de salvarle la cara a su jefe Alan García, quien es parte del tinglado que, articulado con algunos sectores religiosos y un escuadrón de locutores en medios y trolls en la redes, ha puesto a PPK contra las cuerdas, mientras el presidente no sale de ese espacio del ring, aguantando a pie ya no tan firme un golpe constante que lo acabará demoliendo. El gobierno sería muy ingenuo si no se diera cuenta de que requiere una estrategia política que, aplicada en pleno respeto de las reglas democráticas, enfrente a este embate. Por ejemplo, con un gabinete que acompañe a la ministra de Educación en medio de la tormenta en vez de abandonarla a su suerte. O con una capacidad de respuesta política tan ausente en el gobierno, como la que sí ha exhibido en estos días Jorge del Castillo frente al Fujidef. Si PPK persiste en seguir sin estrategia política, acabará estrellado en el muro construido por su propia ingenuidad y la malicia de la oposición.