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La verdadera historia del comercio en Lima: desde Polvos Azules hasta el Mercado Central

A pesar de los esfuerzos por regular el comercio informal, este sigue presente en varias calles de Lima Metropolitana. Según expertos, el comercio ambulatorio se mantiene vigente como medio de subsistencia para muchas personas.

El comercio ambulatorio en Lima Metropolitana es una realidad arraigada en la historia de la ciudad, desde la época colonial hasta la actualidad. Foto: Andina
El comercio ambulatorio en Lima Metropolitana es una realidad arraigada en la historia de la ciudad, desde la época colonial hasta la actualidad. Foto: Andina

El comercio ambulatorio es una realidad constante en varias partes de Lima Metropolitana, donde muchas personas comercializan una variedad de productos con el objetivo de obtener un ingreso para mejorar su situación económica. Esta actividad se puede observar en el Mercado Central, Polvos Azules, incluso en el Jirón de la Unión, una calle que atrae a peruanas, peruanos y turistas de diversas partes del mundo.

Comercio ambulatorio

Comercio en el Mercado Central. Foto: Andina

Para entender el surgimiento del comercio ambulatorio en Lima, es esencial conocer la historia de la ciudad y los factores socioeconómicos que dieron pie a esta forma de comercio informal. Desde la época colonial hasta el presente, los vendedores ambulantes han formado parte integral de la dinámica diaria de la capital peruana. A continuación, se detallará más al respecto:

¿Cómo inicio el comercio ambulatorio en el Perú?

En la época prehispánica, antes de la llegada de los conquistadores españoles, el comercio era estacional y estaba ligado a festividades específicas. En ese entonces, el trueque era la base de las transacciones, ya que no existía una moneda como medio de intercambio. En su lugar, el maíz, un bien altamente valorado en esa época, funcionaba como el principal sistema de cambio.

Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, se introdujo el uso de la moneda, lo que marcó el inicio de los mercados hispanos que se establecieron en las principales plazas públicas como centros comerciales. Esto trajo consigo la aparición de los pregoneros, los primeros vendedores ambulantes, que recorrían las calles, la mayoría de ellos españoles en situación de pobreza.

Con el tiempo, las castas e indígenas también se integraron en este entorno, y cada comerciante empezó a ofrecer productos especializados. Desde la conquista española hasta la independencia, la Plaza Mayor, también conocida como Plaza de Armas, fue el corazón del comercio en Lima. Allí, tanto vendedores ambulantes como los que tenían puestos fijos se reunían, y la afluencia de personas se incrementaba durante las festividades.

Comercio ambulatorio

Comercio ambulatorio en Lima. Foto: Andina

¿Cuáles fueron los tipos de vendedores ambulantes en época colonial?

Los tipos de comercio informal en Lima Metropolitana durante la época colonial fueron los siguientes:

El Mercachifle: este personaje era el prototipo de vendedor ambulante que ofrecía productos al por menor. Llevaba su mercancía en una mula o la transportaba sobre los hombros y el pecho. Muchos de estos comerciantes eran esclavos o indígenas, y en ocasiones el dueño proporcionaba los productos para que el vendedor pudiera comercializarlos y generar ganancias.

La Recaudera y el Regatón: la recaudera era conocida en las plazas por vender alimentos y otros productos desde el suelo o en un pequeño puesto. El regatón, por su parte, actuaba como intermediario entre productores y compradores; así, se negociaban precios para optimizar las ganancias.

comercio informal

Venta ambulatoria en Lima. Foto: Andina

¿Por qué no disminuye el comercio informal?

De acuerdo con Víctor Ballena, economista y profesor en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), el crecimiento del comercio informal se debe a la flexibilidad y liquidez que ofrece este tipo de empleo.

“Un ambulante vende un producto y automáticamente tiene su saldo de ingresos menos costo. Entonces, el que comercia en la calle sabe que tiene su margen de beneficio, monto que multiplicado por todos los días de trabajo genera un flujo de ingreso. El dinero líquido uno lo encuentra en la venta callejera”, señaló.

 A su vez, Joaquín Yrrivarren, sociólogo formado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), indica que el comercio informal persiste porque muchas personas lo han convertido en su medio de subsistencia.

 “Es un espacio que le ha permitido a la gente que no ha podido entrar al mercado formal sacar adelante su vida y la de su familia, puesto que ha tenido otras oportunidades para subsistir”, dijo el experto.

Estudié en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Comunicaciones y Periodismo. Cuento con experiencia como redactora en periódicos impresos y digitales, además en la edición de contenidos audiovisuales, incluso en realizar entrevistas e informes sobre actualidad.